Mirentxu se dedica a pedirle a sus compañeros de Gran Hermano que por favor la nominen. A Palomares le gustaría quitarle esa idea de la cabeza a la concursante donostiarra porque "Mirentxu es muy importante para mí aquí dentro".

"Mi tiempo ya se ha terminado aquí", dice Mirentxu en el confesionario. La abuela de Gran Hermano tiene una lucha interna: por un lado se siente afortunada de seguir en el concurso, pero por otro echa de menos a los suyos.

El segundo percance en Guadalix estuvo protagonizado por Julito. El tinerfeño utilizó un boli para escribir en su maleta y GH le llamó la atención por infringir una de las normas del programa.

El "incidente" hace que Julito salte de nuevo yMirentxu y Palomares le dcen que desde hace días se muestra diferente con ellos. "Últimamente le sabe mal todo", dice Mirentxu.

El corazón partido de Julito

Los altibajos de Julito preocupan a sus amigos. Por lo visto, el canario tiene muchas cosas en la cabeza, pero no comparte sus preocupaciones con nadie. "Me duele la desconfianza que tienes conmigo", le dice Palomares por no hacerle partícipe de sus problemas.

Al final, el canario le abre el corazón a su amigo: se come la cabeza por su ex novia. Palomares recomienda que se olvide de eso, pero Julito está muy despechado y los demás sufren por verle así.

Con el tema de Julito, Almudena aprovecha para decir las cosas que le gustan del canario, su chico ideal. Pero lo que más le molesta es que "es un niñato", algo que no soporta en un chico.

Así que Chiqui aprovecha para pedirle a Gran Hermano que le traiga "un moreno nuevo", en referencia al concursante que posiblemente entrará la semana que viene en la casa.

La murciana está cansada de los hombres que hay en la casa. Iván "me aburre ya", "al canario lo tengo muy visto", "Orlando está cogido y es imposible", "Palomares y Carlitos tienen mujer fuera... así que necesitamos un componente más en la casa que sea chico".