La denuncia que interpuso en los juzgados a principios de año, y que ha hecho posible la polémica sentencia, no ha pasado desapercibida entre unos padres defensores de los símbolos religiosos.

¿Se esperaba el resultado de esta sentencia?

Claro que sí. La ley ampara este derecho, aunque tenía que haber llegado antes. Llevo desde 2005 luchando por la causa y ha sido con la última denuncia con la que se ha hecho justicia.

¿Qué opina del recibimiento que ha tenido en la escuela?

Imagínate. He sido abucheado e insultado cuando llevaba a mi hija al colegio. Sólo espero que no le afecte, sino tendremos que plantearnos cambiar de centro aunque es algo que no me gusta.

¿Y si deciden recurrir?

Sería una pena, pero es posible que la Junta de Castilla y León lo haga. Me han comentado que la Iglesia se lo ha pedido personalmente. Lo que no entiendo es que la gente se enfade con alguien que lo único que ha hecho ha sido defender sus ideas.

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