El propietario de la cadena de discotecas Pachá no sale de su asombro. En declaraciones al diario El Mundo tras la polémica sobre el sorteo de una operación de aumento de pechos en la sala que esta firma tiene en Valencia, Ricardo Urgell se muestra sorprendido: "En las últimas 48 horas, a raíz de la noticia, lo único que he podido hacer es reírme un montón. Hoy el fútbol nos entretiene, los toros también, pero ya quedamos menos, y ahora está esto con lo que me han dado la paliza".

La paliza a la que se refiere Urgell, que asegura no haber hablado todavía con su gerente de Valencia, es la cadena de reacciones de las administraciones públicas en plena polémica. Tanto el Ayuntamiento de Valencia como el Ministerio de Sanidad habían anunciado la apertura de sendos expedientes, mientras la Generalitat Valenciana iba a poner una denuncia en los juzgados.

"Qué tendrán que ver las lechugas con los tomates. Si sortean esto supongo que irán a una clínica que cuenta con todas las licencias. El ministro, pobrecito, tendrá que hacer ver que se preocupa por nosotros. El mundo en el que vivo es de risa; de nada se puede hacer una guerra", prosigue Urgell.

De hecho, ayer jueves la sala valenciana tiró la toalla y anunció que suspendía la fiesta. "Ya no podemos más, se nos ha acribillado injustamente". Con estas palabras anunciaron desde Pachá Valencia que definitivamente anulan el sorteo de la operación de pechos que iban a realizar en la fiesta Pretty Woman del próximo viernes 5 de diciembre.

Al empresario que fundó hace 40 años Pachá Ibiza le parece "ridículo que se pierda el tiempo en provocar una noticia tan absurda. Hoy en día vivimos en un mundo tan incoherente que por nada se provoca una guerra. Hemos visto que hasta han colgado a Sadam Husein y no a George Bush", concluye.

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