¿Podría desaparecer el virus de la Covid-19 igual que hizo su 'primo', el del SARS?

Comparativa de los coronavirus más letales del siglo XXI.
Comparativa de los coronavirus más letales del siglo XXI.
HENAR DE PEDRO
Comparativa de los coronavirus más letales del siglo XXI.
Comparativa de los coronavirus más letales del siglo XXI.
HENAR DE PEDRO

Tras el segundo día con cero muertes registradas por Covid-19 en las últimas 24 horas en España y con el 70% de la población en la fase 2 de la desescalada, la sensación de gravedad va disipándose. Lo peor ya ha pasado, dijo este domingo Sánchez, pero continuamos recorriendo un camino desconocido

A este cierto optimismo que lleva la evolución de la pandemia -excepto en América- se suman los recientes mensajes de la OMS y algunos médicos, que comienzan a descartar nuevas oleadas devastadoras y apuntan en cambio a brotes locales

Lo cierto es que anteriores coronavirus como el SARS-CoV, causante de la epidemia del SARS - y 'primo' del actual SARS-CoV-2, causante de la pandemia de la Covid-19-, surgió en noviembre de 2002 y se controló ocho meses después, en julio de 2003. Durante ese tiempo, contagió a 8.422 personas, de las cuales 916 perdieron la vida. 

El MERS-CoV, causante de Síndrome Respiratorio de Medio Oriente (MERS), irrumpió en septiembre de 2012 y todavía no se ha controlado, pero sus cifras distan de la Covid-19: 2.494 contagios y 858 muertes en 27 países desde sus inicios, según los datos de la Organización Mundial de la Salud (OMS).

Comparativa de los coronavirus más letales del siglo XXI.
Comparativa de los coronavirus más letales del siglo XXI.
HENAR DE PEDRO

Estas cifras están muy lejos de los 6,3 millones de contagios y 378.000 muertes que se han registrado en todo el mundo desde diciembre de 2019 y hasta la fecha a causa del SARS-CoV-2. Pero, ¿sería posible que este nuevo coronavirus desapareciera casi repentinamente, igual que hizo su 'primo', el causante del SARS -dejando, por cierto, todos los desarrollos para su vacuna sin horizonte-?

"Ha venido para quedarse"

Para el catedrático de Microbiología de la Universidad Complutense de Madrid (UCM), Víctor Jiménez Cid, este virus ha venido para quedarse. "El grueso de la comunidad científica pensamos que este virus ha venido para quedarse", afirma.

De hecho, en su opinión, las declaraciones del jefe del Servicio de Enfermedades Infecciosas del Hospital Vall d’Hebron de Barcelona, el doctor Benito Almirante, que afirmó el virus "en dos o tres semanas será marginal", o las de la directora de Salud Pública de la Organización Mundial de la Salud (OMS), María Neira, que consideró que la opción de otra oleada importante "se va descartando cada vez más", son mensajes "demasiado optimistas" que han sido "magnificados" por la prensa.

"El comportamiento de estos virus es difícil de predecir con precisión. En su transmisión hay demasiadas variables implicadas. El grueso de la comunidad científica pensamos que este virus ha venido para quedarse. El hecho de que se transmita por portadores asintomáticos y presintomáticos ya lo hace distinto al SARS", expone Jiménez Cid.

"Estamos ya prevenidos y un segundo pico no será tan virulento"

Por lo tanto, y hasta que se encuentre una vacuna -"como muy muy pronto en 2021"- y esta se democratice, la ciudadanía tiene que extremar la prudencia y la responsabilidad individual para evitar nuevos rebrotes. 

"El mensaje es que estamos ya prevenidos y un segundo pico no será tan virulento porque en principio ahora tenemos toda la información para reaccionar a tiempo. Hasta entonces, cualquier bajada de guardia en la detección y rastreo de posibles brotes es un riesgo. Hay que ser optimistas, pero no confiarse. Hemos pagado un precio muy caro en vidas y costes socioeconómicos, así que hay que mantenerse alerta, que no con miedo, para no perder lo que henos conseguido hasta ahora", opina.

El mensaje científico no ha cambiado

Su colega el doctor en Biología y experto en inmunidad Javier Yanes, preguntado igualmente por la posibilidad de que el SARS-CoV-2 se esfume a corto plazo, lo tiene claro: "Si eso ocurriera, habría que buscar la explicación en el libro de hechizos de Harry Potter", bromea.

"El virus del SARS era mucho menos contagioso que el actual, por razones que solo se conocen parcialmente. Una poderosa puede ser que no colonizaba ni se reproducía eficazmente en las vías respiratorias superiores (solo en los pulmones), por lo que no tenía una vía tan fácil de transmisión como este de ahora, que empieza en nariz y garganta y luego puede o no bajar a los pulmones". 

"El factor clave en la propagación mundial del SARS-CoV-2 ha sido la transmisión de presintomáticos y asintomáticos"

El divulgador científico coincide con Jiménez al destacar la incidencia de los asintomáticos en la transmisión de la actual Covid-19: "No olvidemos que el factor clave en la propagación mundial del SARS-CoV-2 ha sido la transmisión de presintomáticos y asintomáticos. Esto no ocurrió con el SARS, donde todos los casos se controlaron y se rastrearon". Por ello, insiste, "la posibilidad de que el SARS-CoV-2 desaparezca por sí solo por arte de magia no me parece ni remotamente concebible en este universo. Tampoco ha habido ningún cambio de mensaje a este respecto en las revistas científicas".

Y, ¿ayudará el calor a mitigar el virus? Pues hasta la fecha no hay evidencia científica que sustente la idea de que el clima pueda influir en la propagación del virus. "Para ser sinceros, seguir creyendo en ello es más un acto de fe que algo científicamente sustentado", comenta Yanes, que se remite a un estudio publicado recientemente en la revista Science, "cuya conclusión es que la existencia de una gran población aún susceptible (quienes no han pasado el virus) tendrá un peso mucho mayor en la propagación del virus que cualquier posible efecto climático".

"Todos somos héroes"

En este sentido también se ha pronunciado el director del Instituto de Salud Global de Barcelona, el epidemiólogo Antoni Plasència. Este especialista recalca que son más las cosas que no se saben del virus de las que se conocen, si bien considera "poco probable que el calor tenga un impacto decisivo" en su transmisión este verano, ya que en países cálidos ha habido una alta transmisión. 

Sobre la posibilidad de una nueva oleada de coronavirus en otoño, sostiene que hacer una afirmación tajante al respecto sería emitir una opinión, porque nadie lo sabe. El experto explica que las infecciones se van reduciendo de manera lenta y que "el incendio parece controlado", pero puede reactivarse si no se está muy encima del mantenimiento del control y la prevención. 

"Ahora somos todos, la idea es que pongamos todos de nuestra parte, no sólo los que están en primera línea. Hay que trasladar el concepto de héroes de los sanitarios a todos los ciudadanos como seres responsables y solidarios con los más vulnerables. Ya no es sólo lo que dicen gobiernos y administraciones públicas, técnicos y científicos, también lo que hacemos o no hacemos todos cada día", ha enfatizado a Efe.

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