Spiros Vutas, primo de uno de los pasajeros, Nikos Petridis, dijo en la capital griega a la televisión ateniense Alpha que recibió un mensaje enviado por teléfono móvil en el que le decía que estaban todos con mucho frío, que el piloto y el copiloto estaban congelados y que se despedía.

"Hace mucho frío en el avión, estamos congelados. Adiós amigo", era el texto del mensaje. Este testimonio confirmaría las sospechas de la policía chipriota, que asegura que del sistema de refrigeración salía "un denso humo" antes de que el aparato se precipitase. Las cajas negras del aparato fueron encontradas esta tarde, y están siendo analizadas.

Fuentes de la investigación indicaron a Efe que el aparato tenía ya en su historial reparaciones por fallos en los sistemas de refrigeración y calefacción, aunque Dimitriu lo negó.

Tres hipótesis iniciales sobre las causas del accidente

"La posibilidades barajadas son un posible secuestro, un sabotaje terrorista o una descompresión del camarín de pilotaje, ya que los pilotos de los F-16 que volaron a su lado vieron la máscaras de oxígeno desprendidas", informaron en un primer momento  fuentes oficiales chipriotas.

Las investigaciones posteriores han descartado las dos primeras hipótesis y la causa que cobra más fuerza es la posible descompresión del aparato, ya que parece que algunos pasajeros habrían muerto por asfixia", aseguró un funcionario en la zona siniestrada, citado por la televisiones locales.

Además, el piloto del avión se había comunicado antes con el aeropuerto de Larnaca, para avisar de que tenían problemas con el sistema de calefacción.

Los pilotos de los cazabombarderos F-16 griegos que salieron a interceptar el aparato cuando penetró sin dar señales en el espacio aéreo heleno afirmaron que el capitán de la aeronave no estaba en su puerto, el copiloto yacía en su asiento inconsciente o muerto y en el interior eran visibles las máscaras de oxígeno que se bamboleaban en el techo.

En ese momento el Boeing 737 llevaba más de 40 minutos volando en círculos sobre las islas griegas de Kithnos y Zia, y se dirigió finalmente a Atenas, escolatado por los cazas.

En los últimos momentos del vuelo, los pilotos de los F-16 griegos constataron que dos personas sin uniforme se encontraban en la cabina e intentaban asumir el mando del avión, sin resultado.

Todos los viajeros, fallecidos

"Se ha iniciado una investigación con las autoridades griegas para comprobar la identidad y las nacionalidades de los pasajeros", aseguró el ministro de Transportes chipriota, Charis Thrasou, antes de dirigirse al aeropuerto de Larnaca para seguir las pesquisas.

Poco después, el representante de la aerolínia Helios, Giorgios Dimitreu, confirmó que 48 niños viajaban a bordo del avión y que entre los 115 pasajeros, había algunos ciudadanos no chipriotas.

Según el listado facilitado por la compañía, 67 de los pasajeros viajaban a Atenas y 48 tenían previsto continuar periplo hasta Praga.

El traslado de los familiares de las 121 víctimas mortales ha sido aplazado porque las condiciones de los cuerpos podrián causarles traumas mayores, según las autoridades de protección civil. Según testigos presenciales del accidente, muchos cadáveres estaban atados en sus asientos con el cinturón de seguridad y llevaban una máscara de oxígenos, y algunas murieron abrazadas.

Los familiares están recibiendo apoyo psicológico de expertos.