Una cabra negra sin cabeza, varios pollos negros (también negros) decapitados, restos de cocos y papaya, velas...

Han acertado. Parecen los restos de un ritual de Santería típico del Caribe. De no ser porque la bolsa de plástico azul en la que los encontraron no estaba flotando en las aguas de ninguna playa lejana y exótica, si no en el río Manzanzares.

Ocurrió el pasado sábado por la noche, cuando un empleado municipal halló la bolsa que estaba atascando una de las presas del río, en concreto la que se encuentra cercana a las obras del Parque Lineal, tal y como informa hoy El Mundo.

Cuando el empleado vió su interior se llevó una monumental sorpresa: plumas negras ensangrentadas, un enorme cabrito sin cabeza... inmediatamente avisó a la Policía, que al principio pensó que se trataba de algún tipo de ceremonia satánica.

Sin embargo, según la santera cubana de la Santería Milagrosa, lo que hayaron no era magia negra, si no los restos de una ofrenda a Elegguá, un santo que la religión afrocubana considera "el mensajero".

Esta religión, la Santería, mezcla el catolicismo con el vudú y el animismo, y en ella es habitual que se realicen todo tipo de ofrendas para que los santos obren a favor del donante.

En este caso, según la santera, este ritual podría buscar "una limpieza, desenvolvimiento o una apertura de caminos".