Sólo quien lleva esmalte de uñas sabe lo que dura. Que le pregunten a Enrique Bunbury. A

maño no le gana nadie,

Hellville de luxe, el quinto de su etapa en solitario.

Ha enterrado tanto

la polémica sobre el plagio a Casariego que no le hace falta ni mencionarla. Pero sigue siendo el hombre flaco del verso. Tanto es así, que

ha concedido excepcionalmente a este diario dos entrevistas, dos; una de ellas en vídeo.

Bueno, hay dedicatoria. También es que los pongo en los discos impares, y éste era par.

Eso me han dicho a mí también. Pero coincido en que no, de hecho me parece el disco más optimista de todos.

No me siento responsable de mis videoclips. Y de todas las ideas que había, la que menos me interesaba era la del boxeador, pero me pareció también un guiño hacia

Flamingos. Al final me gustó.

Queríamos manejar la canción de otra manera, no iba a ser el típico single de poner directamente en las radios. Era una declaración de intenciones, y sólo para Internet.

Sí, aunque la verdad es que al final sale menos sangre de la que filmamos. Me hubiera gustado que fuera más

gore.

No tengo cualidades, esa es la pena. Aunque la verdad es que ésta es la vez que mejor me lo he pasado en un videoclip. Y yo siempre los he odiado, me parecen un rollo. Creo que ha sido porque hago un poco de actor y no canto.

La portada tenía claro cómo la quería, incluso hice un dibujo. Y también, que hubiera un trasfondo con las películas de Rob Zombie, más que con las de Tarantino. Pensaba en La casa de los 10.000 cadáveres y Los renegados del diablo. Quería que el personaje de la portada fuera el tío chungo de la América profunda.

Es muy bonita.

¿No tengo acento andaluz? (sonríe). Claro que no, soy aragonés y tendría que vivir otros 40 años en Andalucía para lo contrario. Esto ya no se va...

No, porque he vivido mucho tiempo allí, y ahora estoy en otra etapa de mi vida.

Es una relación muy especial la que tenemos. Es un honor poder contar con él, es una persona en la que confío al cien por cien. Es difícil que alguien venga y te diga «esta canción es una mierda», pero Phil me puede decir lo que quiera, porque le haré caso.

Ha sido un descubrimiento, porque, en cierto modo, cuando reclutas a músicos o empiezas a planear un disco, no las tienes todas contigo, no sabes si va a ir todo bien.

Me quedo con todos. Lo pasamos muy bien, yo lo disfruté muchísimo y creo que ha sido una experiencia única. Ten en cuenta que soy una persona a la que le encanta el escenario y tenía la duda de si iba a ser capaz de hacer mi trabajo delante de 80.000 personas.

No creo que sea una cosa fácil, así que me lo tomé muy en serio. Salí con preocupación y al final vi que todo iba bien. Ahora volvemos a la realidad.

No he vuelto desde mi primer disco en solitario, Radical Sonora. No se cómo está la relación con el público, pero me gustaría volver con este disco.

Me encantó y sería bueno que hiciéramos otro disco juntos.

Tenemos cerrado más, porque a partir de febrero empezamos en EE UU y seguiremos por América Latina.

Me encanta Johnny Cash, pero es algo más amplio. Es un recorrido por mi trayectoria con una visión muy roquera, muy rock and roll con patillas. Así que hay que afeitarse menos para ir a mis conciertos.

Me gusta mucho el escenario. Cada vez que he salido un poco enfadado con algún concierto, luego me vuelvo a subir al escenario y se me va. Es una pasión lo que tengo por tocar en directo. Al final pienso que cada uno hemos nacido para una cosilla, y yo creo que esto se me da bien. Sé que lo hago pasar bien a la gente.

Estoy con una biografía de The Stooges que han publicado hace poco y me compré en La Coruña anteayer.

BIO. Enrique Ortiz de Landazuri nació en Zaragoza en 1967. Lideró durante doce años la banda Héroes del Silencio, que se disolvió en 1996. En 2007 el grupo volvió para ofrecer una multitudinaria gira de conciertos.