Ru descubrió su "superpoder" de pequeño, pero sólo empezó a entrenar su habilidad hace diez años y gracias a la práctica es capaz de segregar líquido desde sus ojos a más de tres metros de distancia.
Además, se ha convertido en toda una atracción donde quiera que va, y esta semana mostró su espectáculo en la ciudad de Foshan, de la provincia de Canton.
Su extraña habilidad le permite escribir literalmente con los ojos en una sábana, donde dejó su firma sin inmutarse.
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