Hace siete años hizo la maleta y se plantó en un pequeño pueblo de Mississippi, Tunica, "una especia de Las Vegas del sur de Estados Unidos", para "graduarse". Quería dedicarse profesionalmente al póquer, al que se enganchó "de casualidad" en un casino. Y lo consiguió.

Raúl Páez 'El Toro' es uno de los mejores jugadores españoles de esta modalidad de cartas. Sus triunfos más importantes hasta el momento han

sido quedar tercero en el World Poker Tour (Main Event) y conseguir un par de brazaletes en el

World Poker Open en torneos menores.

Estos días ha participado en las

World Series of Poker que se celebran en Londres bajo el patrocinio de la casa de apuestas por Internet

Betfair, aunque sin mucha suerte. Y entre partida y partida de la fase clasificatoria para el evento principal, el Texas Hold'em sin límite, habló con

20minutos.es.

Precisamente, la suerte es algo en lo que este catalán no cree, ya que asegura que "a largo plazo no existe", porque siempre va a ser "el mejor estratega" el que consiga llevarse el gato al agua en una competición o una partida.

Sin embargo, sí confía en las "rachas" y en la "fuerza mental" para un deporte que "enriquecedor" y que tilda de "pequeño ajedrez" que puede aprender a jugar "todo el mundo".

Cuando entra en acción

se conciencia de que "los buenos no ganan siempre", y en ocasiones es uno de esos que se calzan las gafas de sol, pero sólo si nota que un contrario le lee "el estado de ánimo". No es nada estrafalario en el vestir, algo que deja para los norteamericanos, "unos fenómenos en cuestión de estilaje". Su apodo, 'El Toro', se lo puso un periodista de EE UU cuando empezaba.

Ganar "un grand slam" del póker (EPT, WPT, WSOP y jugador del año) y participar "en unos Juegos Olímpicos con la selección española de póquer" son sus dos grandes sueños. Aunque reconoce que el segundo le queda lejos, porque

aquí "no hay cultura" de este juego y además "todo lo que no sale en television no existe". Aún se tiene que entender, asegura, que este deporte "es muy serio".

Por eso, él mismo participa en un programa llamado

Pokerstars, enséñame a jugar, que se emite el

Telecinco 2 (TDT), en el que varios profesionales aleccionan a famosos en el póquer. Para aprender, obstante,

recomienda Internet, aunque no le haga demasiada gracia. El prefiere el "porque de verdad" con cartas y en vivo, con "miradas" y una mesa sobre la que poder explayarse.

A Páez

no le gusta hablar de dinero -"no es lo importante"-, aunque sí revela que la primera vez que se lanzó "sin tener ni idea", perdió "unos 250 euros". Quizá escuchó algún 'te lo dije' de su familia, cuyo negocio de embutidos se quedó en manos de sus hermanos. Ahora, después de una trayectoria de éxitos, su motivación no está ni mucho menos mermada, y siempre quiere jugar "contra los mejores".

Annette Obrestad, la noruega que ganó en 2007 las WSOPE, es una de ellas. Es "muy agresiva", explica,

encantado de que las chicas estén tomando posiciones en el póquer, "cuantas más vengan mejor". Ahora que Europa "casi le hace la competencia" a EE UU en este juego, las posibilidades son infinitas. Mientras juega con un espectacular anillo que luce en su mano derecha, Páez ya piensa en su próximo torneo.