La gobernadora de Alaska, Sarah Palin, ha aceptado este jueves ser la candidata republicana a la vicepresidencia de Estados Unidos, en un discurso en el que se ha perfilado como una madre con los pies en la tierra y con deseos de transformar Washington.

En los últimos días había estado callada, encerrada en una habitación de un hotel en Minneapolis, la ciudad vecina de St Paul, con los mejores escritores de discursos de los republicanos para preparar su intervención.

Mientras, se ha sabido que su hija de 17 años estaba embarazada y han salido detalles de una investigación contra ella sobre presunto abuso de poder. Además, se ha publicado que la campaña de John McCain, el candidato a la presidencia, no había examinado de manera suficiente el pasado de Palin.

Tras una ovación de tres minutos, la gobernadora ha abierto su discurso con su familia. Ha presentado a su marido y sus cinco hijos, uno de los cuales sufre síndrome de Down, antes de cargar contra Obama y defenderse de las críticas que han vertido los medios sobre ella.

Un embarazo público

Bristol, la hija mayor, lució por primera vez un embarazo que anteriormente había sido disimulado, y a su lado, tomándole la mano, estaba su novio y futuro esposo, Levi Johnston, de 18 años.

McCain, que ha sido nombrado oficialmente candidato de su partido a la presidencia en una votación a viva voz, se ha sumado a los Palin en el escenario al final del discurso. "¿A qué hemos acertado con la selección de vicepresidente? ¡Qué familia más linda!", ha dicho el candidato.