La Quinta Estación: "Papá y mamá nos piden los premios para fardar entre amigos"

  • "Aquí en España las giras son tranquilas, las distancias son cortas".
  • "Lo de Melocos nos ha venido muy bien, porque ya no teníamos single".
  • "Tenemos fans en Japón, tienen un club allí de unas quince personas".
La Quinta Estación en la pasada edición de los Premios Amigo.
La Quinta Estación en la pasada edición de los Premios Amigo.
ARCHIVO
La Quinta Estación en la pasada edición de los Premios Amigo.
El directo les emociona, tanto que han decidido ofrecer una segunda tanda de conciertos tirando de su último disco,
El mundo se equivoca, aunque esta vez bajo el patrocinio de una conocida marca de ron.
La Quinta Estación recorrerán toda España hasta octubre -hoy tocan en Pinto (Madrid)-, y es posible que el año que viene se lo tomen “sabático”.
Natalia, rezumando sonrisas e informalidad, y Ángel charlan animados mientras Pablo vende caras sus palabras. Buen rollo.

Repiten gira y la gente no se cansa de ustedes.
Natalia: pues no (risas), y esperamos que no se cansen.
Ángel: intentamos no repetirnos. Estamos haciendo justo las fechas que no pudimos cubrir el año pasado. Y ya, aprovechando, llevamos un escenario diseñado para la ocasión y algún músico más.

Llevan encima muchas actuaciones.
Natalia: este año hemos hecho menos conciertos, 70; el pasado hicimos 120. Es cansado.

Ángel:
pero aquí en España las giras son muy tranquilas, las distancias son cortas. El problema es en EEUU, cuando acabas a la una de la mañana y luego te levantas a las tres porque tienes que ir al aeropuerto.
Y las vacaciones, ¿para cuándo?
Ángel: en diciembre…
En octubre acaba la gira y a partir de ahí tenemos ‘tocada de pincho total’
Natalia: en octubre acaba la gira y a partir de ahí tenemos ‘tocada de pincho total’. De hecho, estamos en pláticas con la discográfica porque igual el año que viene no sacamos disco. Vamos a descansar un poco. Nos lo vamos a tomar sabático.

Ángel:
llevamos cuatro discos y un montón de conciertos y conviene que la gente se olvide un poquito de nosotros.
Y eso que la canción con Melocos ha sonado mucho.
Natalia: mucho, pero eso está bien, porque ha sido una continuación para la gira. Nos ha venido muy bien, porque ya no teníamos single, estaba sonando La frase tonta de la semana, dejó de sonar y ya no está en listas como antes. Melocos ha sido número uno y nos ha ayudado mucho para decir ‘no se olviden, que estamos aquí’ (risas).
¿El tema ha sido más regalo para usted o para ellos?
Natalia: para los dos dos, la verdad. Yo estoy muy contenta de que les haya ido muy bien. Estuvimos en Operación Triunfo hace poco y estaban super nerviosos, era la primera vez y decían ‘es que nos va a ver mucha gente…’. Son como mis hijos, hasta me llaman abuela, los cabrones (risas).

Ángel:
si el año pasado me acuerdo que se tenían que ir a estudiar, porque estaban haciendo la Selectividad, cuando tocábamos con ellos.
¿Qué le deben a México?
Natalia: nuestra carrera, todo. Le debemos estar ahora aquí de gira, tener un Grammy, tener público, muchas cosas. México es nuestra primera casa, la segunda sería España ya.

¿En qué se diferencian el público sudamericano y el español?
Natalia: en Sudamérica tienes que cuidar mucho el lenguaje, tienes que hacer un español universal para entenderte con ellos, porque si vas con todo lo que decimos en España no se enteran de nada.
Ángel: o a veces puedes incluso ofender a alguien.

Natalia:
no puedes vacilar con la Iglesia ni con nada, hay que tener un cuidado… (risas).

¿Y el público de EE UU?
Natalia: molan los conciertos allí. Hay de todo, se mezclan dominicanos con puertorriqueños o con argentinos y es muy variopinto. Es público latino, aunque veces ves a algún rubio acompañando a alguna latina.
En Estados Unidos a veces van a vernos más japoneses que norteamericanos.
Ángel: es público latino pero más asilvestrado, porque allí hacen lo que les da la gana. Se agarran unas borracheras en algunos sitios… Es un público bastante rockero. Pero a veces hay más japoneses que norteamericanos.
¿Tienen alguna repercusión en Japón?
Natalia: que sepamos no, pero sí tenemos un par de fans japoneses que tienen un club en su país, te lo juro por Dios, y son como quince. Pero de ahí a que vayamos a tocarles, es un poco complicado (risas).

¿Dónde colocan los premios?
Natalia: algunos ni los dan. Tenemos que pedir a veces que nos hagan réplicas, como el Grammy, el Amigo o el Ondas, y tenemos que pagarlas, es muy triste. Es que claro, nuestro manager también quiere tenerlo en la oficina, y papá y mamá, para fardar con los amigos cuando van a tomar café. Pero yo la mayoría los tengo en casa.
¿Se ha quedado afónica alguna vez?
Natalia: si, claro (risas). A todo el mundo le pasa, pero lo saco como puedo. Pongo el micrófono y que cante el público, o lo digo directamente y que salga como Dios quiera. Pero me pasa pocas veces, porque me cuido mucho. Ahora mismo estoy fumando, pero pasado mañana se me acaba el fumar, no salgo, no bebo mucho, aunque ahora como me patrocina Brugal me voy a poner ciega (risas).
¿Creen que la industria se recuperará a corto plazo?
Natalia: lo vemos muy mal.
Ángel: tiene que cambiar el negocio, dedicarse más a agencias de managers, a manejar a los grupos, que es lo que puede dar dinero. Pero teniendo en cuenta la crisis que hay en este país y lo que nos espera… Mal futuro tiene.
Ahora la tendencia es volcarse con las giras.
Natalia: en México de hecho nosotros vivimos de los conciertos. Allí hay un 85 por ciento de piratería y nosotros estamos todo el año dando conciertos. Aquí en España, los artistas que no han pegado en México, están haciendo conciertos sólo en verano. Nosotros damos 120 o 140 conciertos allí.
En México están surgiendo muchos grupos interesantes.
Pablo: hay muy buena música en México, y desde que nosotros empezamos allá han salido muchos grupos que aquí están sonando bastante ahora, como Belanova o Volován. Todavía queda una cultura de rock.
Natalia: hay de todo, hay más variedad que aquí, desde grupos electrónicos, pop, rock o algunos muy pijos, muy fresa, como Rebelde.

¿La fama cuesta?

Cuando acabas los conciertos y te vas a casa y estás más sola que la una
Natalia: si, porque lo tienes todo para disfrutar, ganas dinerillo y haces lo que te gusta, pero como estás allí lejos, te falta tu familia, los amigos de aquí, extrañas tu país. Y cuando vienes de gira tampoco tienes tiempo para hacer las cosas que te gustan. Es lo que más cuesta. Y luego también, acabas los conciertos después de que diez mil personas te hayan dicho lo guapa que eres y lo bien que cantas, y te vas a casa y estás más sola que la una. Es complicado.

¿Qué ven cuando miran atrás?
Natalia: Veracruz, la camioneta… (risas).
Ángel: lo mismo que en cualquier otro trabajo. Así como otros grupos funcionan con un solo disco, nosotros hemos trabajado bastante, porque nuestro primer álbum no vendió prácticamente nada. Es normal, es una transición lógica el ir poco a poco ganando fans.
Natalia: nosotros hemos tenido suerte de no ser un grupo de un solo éxito. Al principio teníamos una canción en una telenovela, que en México es casi lo mejor que te puede pasar. Y la canción pegó mucho, pero el disco nada. Luego fuimos mejorando.
La televisión es un buen trampolín.
Natalia: ayuda mucho en cuanto a imagen y reconocimiento, pero no tanto a vender discos. Allí Televisa es muy dada a crear productos. Pero nosotros éramos otro perfil, porque componemos nuestras canciones y en directo ofrecemos lo mismo que en disco.
BIO. Natalia Jiménez, Ángel Reyero y Pablo Domínguez forman La Quinta Estación, un grupo que llegó a tener seis miembros. El germen de lo que hoy son, dicen, vio la luz en 2001, con Flores de alquiler. Se tuvieron que ir a México para triunfar, y allí viven, en el D.F. Odian los aeropuertos, “sobre todo la T-4” de Madrid. A Natalia le encanta “no hacer nada”, Ángel se pirra por ver artes marciales en televisión y es cinéfilo.
Mostrar comentarios

Códigos Descuento