Los familiares-víctimas de Josef Fritzl, el austríaco que confesó haber encerrado y violado a su hija durante 24 años en la localidad austríaca de Amstetten, han expresado su agradecimiento a los agentes policiales que los han protegido de los medios desde que el caso salió a la luz a finales de abril.

Según informó este martes el diario regional de Baja Austria Niederösterreichische Nachrichten (NÖN) en su suplemento local para Amstetten, la Inspección de la Policía de Ulmerfeld-Hausmening recibió un inesperado obsequio el pasado 6 de agosto, enviado por Elisabeth Fritzl y sus seis hijos-hermanos.

El regalo consistió en una canasta de obsequios, una tarta y un cártel pintado por los niños y su madre. "Queremos expresaros nuestro profundo agradecimiento por vuestra empatía, participación y protección. En el momento más difícil nos habéis trasmitido mucha fuerza y seguridad", escribieron las víctimas de Josef Fritzl.

Horas extraordinarias

"Esto fue realmente una sorpresa para nosotros", aseguró el inspector Karl Gschöpf al rotativo local.

Los agentes de la citada Inspección policial fueron quienes se encargaron de proteger a las víctimas del peor caso de abuso e incesto conocido en Austria. Lo hicieron por turnos, con horas extraordinarias, durante seis semanas, 24 horas al día, a partir del 27 de abril, cuando fueron liberados de su encierro y detenido el padre-abuelo.