No. No es una broma. Este miércoles se producirá el debut de Brad Pitt en los Juegos Olímpicos de Pekín. Y lo hará en boxeo, en la categoría de pesos pesados, contra el marroquí Mohammed Arjaqui. Pero el que piense en ver en China al actor estadounidense repartiendo estopa al estilo de películas como El club de la lucha o Snatch, cerdos y diamantes, su gozo en un pozo, se equivoca.

Porque Brad Pitt no es actor. Al menos este Pitt, sino un boxeador australiano de nombre homónimo que, además, pasa por ser la gran esperanza de su país para lograr una medalla en este deporte. Paul Fleming, compañero suyo en la expedición aussie lo tiene claro: el oro será suyo. "Es de lejos nuestro mejor boxeador", advierte.

El Pitt australiano, de 26 años, mide 1,82 metros y pesa 88 kilos. Ha sido tres veces campeón de Oceanía y el primer boxeador de su país que logra una medalla de oro en los pesados en los Juegos de la Commonwealth (2006). Pintor de profesión en Blairgowrie (Victoria), Pitt combinaba este deporte con el fútbol hasta 2005 cuando, después de ganar el título nacional, decidió centrarse en el boxeo, deporte que empezó a practicar a la edad de 16 años.