Richard Cooey un preso condenado a muerte en EE UU asegura ser demasiado gordo para ser ejecutado. Su ejecución estaba prevista para octubre y alega a su favor que sería muy complicado para sus verdugos encontrarle sus venas por lo que la anestesia no sería realizada adecuadamente.
"Va a argumentar que está tan gordo que no se ven sus venas y sus abogados se preguntan si la inyección letal será suficiente para ejecutarle", ha declarado Jim Gravelle, portavoz del fiscal de Ohio.
Sus abogados aseguran que ya tuvo problemas en ser ejecutado hace cinco años y esos problemas han ido en aumento al igual que su peso en los últimos años. En un documento emitido en 2003 por una enfermera, se dice que Cooney tenia escasez de venas y que sus verdugos tendrían que emplear un tiempo extra a la hora de aplicar la condena a muerte.
Richard Cooey fue sentenciado a la pena capital por violación y asesinato de dos estudiantes universitarios en 1986. El preso en cuestión, peso 121 Kilogramos y mide 1,70 metros.
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