Los grupos delictivos están cada día más presentes en las calles de Madrid. Los alunizajes de los últimos meses en la milla de oro, las redes de falsificadores de DVD y CD desarticuladas, la reciente detención en el ensanche de Vallecas de una organización de extorsionadores a constructores y la pugna por el tráfico de drogas en el Retiro confirman un aumento de las actividades de los grupos delictivos.

"A principios de los 90 actuaban en Madrid grupos organizados, hasta cuatro, sobre todo de suramericanos. Ahora lo hacen una media de 30", según explican fuentes policiales. Sólo en lo que va de año, la Policía ha detenido a 322 personas vinculadas a grupos ilegales a gran escala y desarticulado 47. Durante el 2007 fueron 34 y se detuvo a 236 personas.

El perfil de los integrantes de estas organizaciones es el de un varón, de entre 25 y 45 años (en el caso de los marroquíes, bosnios y rumanos la edad de iniciación en la red cae hasta los 7 años, ya que utilizan para los hurtos a niños que esnifan pegamento, la mayoría sin papeles y sin oportunidades de regresar con sus familias). Los adultos tienen la documentación en regla (residencia, permiso de trabajo o visado turístico).

Estos grupos que operan en Madrid se caracterizan, según fuentes policiales, por una gran movilidad funcional y geográfica. "Tras el golpe, en 48 horas, pueden operar en la costa levantina y, en otras 24, salir de España. Regresarán para un nuevo golpe", explican. Además, utilizan "una gran violencia". Sus integrantes proceden del Magreb; Suramérica; Europa del Este; Asia, África y España.

Sobre las razones del aumento de estas mafias, fuentes policiales apuntan a un incremento de la población y a un código penal que "no es tan rígido como en otros países. Prefieren arriesgarse a delinquir en España a hacerlo en Francia o en Italia", afirman.

Quiénes son

En estos grupos operan jóvenes españoles multirreincidentes, contratados por los búlgaros para los alunizajes en la zona centro. Hay también toxicómanos que roban y hurtan (centro y sur) y clanes gitanos expertos en el robo de mercancías en polígonos (sur) y hurtos (centro).

Los marroquíes trafican con hachís por toda la región y realizan robos con violencia e intimidación (centro y sur). Los argelinos comparten con ellos el tráfico de hachís (norte y centro) y los robos con violencia (centro).

Los albanokosovares son los mejores en el asalto a chalés de lujo y robo de vehículos de gama alta (norte). Tienen negocios de prostitución, drogas y blanquean dinero. Los rumanos se dedican al asalto a chalés (norte), a la prostitución y a la falsificación de tarjetas. Robos en polígonos industriales (sur). Hurtos con menores (centro).

También entre los ciudadanos del Este figuran los búlgaros y lituanos, expertos en robar coches de gama alta. Los polacos son los mejores butroneros (sur) y los bosnios se dedican a hurtos con menores en el centro.

Nigerianos y guineanos mantienen ahora mismo un enfrentamiento por el tráfico de hachís en el centro. Tienen negocios de prostitución y venta de DVD falsificados.

Ente los suramericanos figuran los colombianos, que controlan el tráfico de cocaína. Roban bancos (cogoteros) y asaltan chalés. Trabajan la prostitución y el robo de vehículos de gama media.

Los chilenos destacan por robar bancos (descuideros) y por explotación de la prostitución. Se dedican a ejecutar asesinatos por encargo. Los argentinos trabajan también en el asalto a chalés y a bancos (descuideros). Peruanos: asaltos a chalés, prostitución y robo de vehículos. Ecuatorianos: asaltos a chalés. Son los menos hábiles. Dominicanos: robo de chalés y coches gama media.

Los chinos son una organización en plena expansión. Además de la falsificación textil y los talleres, han entrado en el negocio de la prostitución. Tienen unos 180 burdeles (sur).