"Le debo la vida a Francia. Si Francia no hubiera luchado por mí, no estaría haciendo este viaje extraordinario", dijo Betancourt en el avión, al declararse "en plena forma" física.

Sarkozy y su esposa abrazaron a Betancourt al pie de la escalerilla del avión, y los tres charlaron muy animados, entre risas. "Bienvenida. Francia la quiere y está feliz", dijo el presidente francés. Ingrid, emocionada, relató que durante su secuestro lloró mucho. "Ahora lloro de alegría", dijo mientras agarraba la mano del mandatario.

"La esperábamos desde hace mucho tiempo. Toda Francia está impresionada de cómo vuelve, con esa sonrisa, esa fuerza", dijo el jefe de Estado. La ex candidata a la presidencia de Colombia, de 46 años, fue liberada el pasado miércoles, junto a otros 14 rehenes, tres de ellos estadounidenses.

La política ha mandado, a través de la Cadena SER, su agradecimiento "a todos los españoles que nos acompañaron"

Exámenes médicos y futura visita al Papa

Desde su llegada al Elíseo hace 14 meses, Sarkozy había multiplicado las iniciativas para lograr la liberación de Betancourt, aunque al final fue el Ejército colombiano el que lo consiguió, y que ha supuesto un triunfo para el jefe de Estado colombiano, Álvaro Uribe.

Después de la ceremonia de bienvenida en Villacoublay, Sarkozy y su esposa ofrecerán una recepción en el Elíseo para Betancourt, sus familiares, los miembros de los comités de apoyo que lucharon por su liberación, y personalidades políticas y del mundo del espectáculo. Mañana, la recién liberada se someterá a una serie de exámenes médicos en un hospital militar de París.

Asimismo, en Vaticano ha anunciado que el Papa Benedicto XVI recibirá a Betancourt cuando lo permita la agenda del Pontífice, según ha informado hoy el subdirector de la oficina de prensa del Vaticano, Ciro Benedettini.