Mikel Erentxun: "Mi espectro musical es de quince grados, no es muy grande"

  • "Me ha costado 15 años huir, y no lo he conseguido, de Duncan Dhu".
  • "Todo el mundo sabe quién es la cantante de La Oreja de Van Gogh".
  • "El panorama en Euskadi lo veo como lo veía siempre, negro, chungo".
El músico Mikel Erentxun durante la entrevista. FOTO: JORGE PARÍS
El músico Mikel Erentxun durante la entrevista. FOTO: JORGE PARÍS
JORGE PARÍS
El músico Mikel Erentxun durante la entrevista. FOTO: JORGE PARÍS
Los ochenta se le han quedado obsoletos, quizá por lo mucho que los vivió. Mikel Erentxun quiere cerrar de una vez y para siempre la puerta
a la banda que le dio la gloria, Duncan Dhu, y enfrentarse a nuevos tiempos con la calma de la experiencia.

Y
como despedida a esa, su otra vida
, presenta
Tres noches en el Victoria Eugenia, un álbum grabado en directo en el emblemático recinto de San Sebastián, su ciudad.
Rodeado de amigos y con mirada segura, así se va y volverá el hombre al que todo le "apetece".
El Teatro Victoria Eugenia es ya su segunda casa.

Es un teatro al que estoy realmente muy unido. He pasado muchos buenos momentos allí, incluso antes de dedicarme a la música. He visto teatro, cine, buenos conciertos, etc. Y yo he dado memorables actuaciones y he grabado dos discos en directo, el de Duncan Dhu y ahora el mío. Se puede decir que es algo importante en mi vida.
Es además un lugar emblemático.

Sí, es un icono de la ciudad. Ha estado cuatro años cerrado por la reforma pero se ha vuelto a inaugurar y vuelve a ser lo que era.
¿Qué tuvo de especial cada uno de los tres conciertos del disco?
Nunca hay dos iguales. Los invitados no fueron los mismos, el público, tampoco
A nivel de repertorio eran los mismos. Eran tres conciertos iguales porque queríamos poder utilizar imágenes y audio indistintamente de cualquiera de ellos, aunque al final casi todo ha sido del último día. Lo que pasa es que nunca hay dos iguales. Los invitados no fueron los mismos, el público tampoco…
¿Por qué?

Hubo bastantes diferencias de público porque el primer concierto que salió a la venta se agotó, luego salió un segundo al que le costó más y, por último, el tercero. Ese primero fue el último en celebrarse, y el público estaba entregado, hubo conexión con la gente.
Los que le acompañaron pudieron escoger su canción.

Los seis invitados eligieron su canción, incluso alguno, como en el caso de Diego Vasallo, una que no estaba ni prevista. Pero esa fue mi idea, llamar a gente a la que admiro y considero amiga para que tuviera su pequeño momento de gloria dentro del concierto. Ellos elegían la canción, llevaban la voz cantante y yo pasaba a un segundo plano. Además, cada tema se adaptó un poco al rollo musical del invitado. Es decir, que no sólo pusieron su cara, era más bien yo el que les hacía los coros.
¿Fue aquello una guinda perfecta?

Es un
cacho del concierto, no es lo más importante, pero sí llamativo e históricamente interesante escuchar
A un minuto de ti en la voz de Leiva, en lugar de en la mía.
Más bien curioso…

Curioso, sí. Sobre todo para los fans. La gente que no conoce tanto mi trayectoria no lo va a valorar o disfrutar tanto como el que ha seguido mis discos. Se va a encontrar con versiones muy distintas; y encima en la voz de otro.
¿Sabe dónde le lleva la puerta que abre ahora?
Creo que es necesario en las trayectorias largas ir pegando volantazos
Se adónde no me lleva. Mi espectro musical es de quince grados, no es muy grande. Abro la puerta y más o menos ya sé por dónde puedo ir. Pero lo grande es dejar todo el equipaje atrás, cruzando el umbral sin ninguna mochila. Es importante. Además, creo que es necesario en las trayectorias largas ir pegando volantazos. Yo generalmente no hago cosas iguales, pero ha llegado el momento de cerrar y a otra cosa.
Miguel Bosé también asegura que no volverá a cantar sus temas de toda la vida…

Es muy parecido a lo que hecho yo, pero la gente no se lo cree. De hecho es su segunda gira con el mismo disco. Yo no iba a presentar este disco en directo, sólo iba a grabarlo. Al final, digamos que la despedida serán el disco y su gira. Pero lo que me preocupa es el momento de la creación, más que subir a un escenario. Me gustaría poder crear sin la presión de las canciones antiguas. Siempre hay una conexión al pasado, pero ahora no quiero nada de eso, aunque sea muy difícil.
Es que esas canciones suenan por todas partes…

Me ha costado quince años huir, y no lo he conseguido, de Duncan Dhu. Es difícil, pero la intención es lo que cuenta.
¿Es real la incertidumbre en la industria musical?

Pienso que sí. La incertidumbre de hacia dónde va la industria, los mecanismos de dar a conocer a un artista y venderlo. En parte este cierre de etapa obedece un poco a eso, y yo quiero estar preparado para la nueva. Los discos se venden cada vez más en MySpace, YouTube,
blogs, en definitiva en Internet. Y no hablo de la piratería, sino de darse a conocer. Los mecanismos estándar como la radio, la televisión, la prensa, las tiendas de discos, cosas muy mastodónticas, empiezan a estar en desuso. Y me apetece pensar un poco sobre todo ello.
¿Alguna conclusión?

Existen ejemplos como el de Radiohead, que colgaron su disco en la red y la gente pagaba lo que quería; Prince, que regalaba su disco con un periódico; Iván Ferreiro, que ha hecho aquí algo parecido... Poco a poco van a pareciendo esas cosas, te encuentras con gente que se hace famosa sin tener un contrato discográfico, como
el del corral –El Koala– hace un verano o dos. Las cosas cambian de una manera muy rápida y a eso se añade la crisis de que no se vende nada. Me apetece estar un poco a la expectativa.
Y eso cuando el revival se ha convertido en un filón.
El revival obedece a criterios económicos, que me parece muy bien
Todo obedece, evidentemente, a criterios económicos, que me parece muy bien. Cada uno hace lo que quiere. Pero generalmente eso es sintomático de que no hay otras cosas interesantes. Cuando no ocurre nada bueno, se mira hacia atrás enseguida.
¿Pero no está la música española recuperando la calidad perdida?

Si es que toda la
chapa que te he soltado no va en contradicción con que ahora haya cosas interesantes. Hay mucho talento, y cosas realmente muy buenas en España.
¿De verdad no le gustaría un macroconcierto con La Guardia, Tequila o La Unión?

Sí, no estaría mal. Ahora está de moda, pero con Duncan Dhu sería más difícil.
¿Cómo ha vivido la separación de La Oreja de Van Gogh?

Ninguna separación es fácil. No lo fue la mía de Duncan Dhu. Aunque lo nuestro fue distinto, porque disolvimos el grupo, y ellos siguen cada uno por su lado. Pero entiendo que esas situaciones son difíciles para todos, para el público, para los fans y sobre todo para ellos. Estoy siguiendo bastante de cerca lo que están haciendo por separado y creo que han salido de esto con fuerzas renovadas. Los dos van a hacer grandes discos, he escuchado canciones de ambos y pienso que les va a ir muy bien. Tienen muy claro y asumido que empiezan una nueva etapa. Ahora están en manos del público.
Esto significa que ya sabe quién es la sustituta de Amaia, ¿me dice su nombre?

He desayunado con ella esta mañana. No se puede decir oficialmente, pero todo el mundo sabe quién es.
La gente aún no concibe su persona separada de la de de Diego Vasallo.

Diego tenía que estar en este disco, de hecho, tiene un tratamiento especial
Sí, de todos los invitados para mí era necesario y fundamental que estuviese aquí. Primero porque es mi mejor amigo, porque he compartido con él muchísimos años de buena música y porque, después de separarnos, hemos seguido teniendo mucho trato. Hemos colaborado y escrito canciones juntos. Tenía que estar en este disco, de hecho, tiene un tratamiento especial. Su canción es la que da título a la película, se grabó a puerta cerrada, muy íntimo, los dos solos, sin músicos y sin público, dentro del teatro. Es el momento emotivo de volver a vernos juntos en el mismo escenario.
¿Le gustaría hacer un disco, con amigos, en inglés?

He colaborado con un par de personas anglosajonas, pero la verdad es que ha sido en
semicastellano, tanto con Lloyd Cole como con Mark Gardener. Pero nunca me he planteado, recientemente, cantar en ese idioma. Digamos que en los comienzos de Duncan Dhu grabamos un par de discos en inglés, pero no tuvieron ningún tipo de repercusión y ahora son un poco sonrojantes.
¿Y si enganchase a alguien como Elvis Costello?

Si enganchase a Elvis Costello y tuviera que cantar en inglés, lo haría. Y en alemán, si hiciese falta.
¿Le preguntan mucho por la situación política en Euskadi?

La verdad es que bastante, pero esta vez te diré que llevo varios días en Madrid y nadie lo ha hecho. Pero tú puedes hacerlo si quieres…
¿Cómo ve el panorama?

Chungo. Todos nos llevamos una decepción terrible con el fin de la tregua, porque de verdad, por lo menos allí en Euskadi, estábamos convencidos de que era el principio del fin. Y fue un golpe muy duro, se rompieron un montón de esperanzas; ahora sí que lo veo como lo veía siempre, negro. Pero es cierto que durante unos meses nos lo creímos.
Usted es arquitecto, ¿qué edificio le hubiera gustado diseñar?
Mi arquitecto favorito vivo y contemporáneo es Tadao Ando
Es muy difícil… Cualquiera de Mies Van der Rohe. Aunque mi arquitecto favorito vivo y contemporáneo es Tadao Ando. Es japonés y me hubiese encantado firmar cualquiera de sus obras.
¿A qué concierto piensa escaparse mientras esté de gira?

A muchos. Si estoy, voy a todos los que pasan por San Sebastián.
Entonces, no se perderá a Tom Waits.

Ya tengo mi entrada. Eso es hablar con Dios, va a ser muy grande. Es uno de mis mitos. Hace un mes vi a Nick Cave, que también lo tenía en un pedestal. Y también tengo mi entrada para Springsteen.
¿Qué hace en un día normal?

Soy bastante rutinario. Me despierta mi hija de seis meses a las seis o siete de la mañana. Hago un poco de
aitatxo –papá, en euskera- porque mi chica se va a trabajar. Luego dejo a la niña con mis padres y me voy a hacer ejercicio. Las mañanas son muy cortas. Por la tarde, toco la guitarra, preparo canciones, doy un paseo con mi perra, voy al cine, quedo con los amigos, etc. Cosas muy normales; desde que he tenido a la niña hago planes muy caseros.
¿Sigue corriendo maratones?

Sí, estoy preparando la siguiente. La verdad es que una vez que estoy en una, tengo cuatro horas para arrepentirme, aunque cuando cruzo la meta ya estoy pensando en otra. Y eso que desde el kilómetro cinco ya estoy diciendo: ¡Qué coño hago yo aquí! Eso sí, en el 42 te sientes Rambo. Los grandes retos, cuando los consigues, producen un placer difícil de explicar. El puesto es lo de menos, lo importante es acabar.
BIO. Mikel Erentxun nació en Caracas (Venezuela) en 1965. Su padre se fue allí a trabajar, aunque él sólo vivió allí un par de meses. Tiene tres hijos, Aitor, Claudia y Siena, de seis meses. Entre 1984 y 2001 fue la voz del grupo de pop español Duncan Dhu. El cine es una de sus grandes pasiones, va "dos o tres veces a la semana". Confiesa que la última película que vio fue "horrible, muy mala",
La boda de mi
novia. No puede con el mal gusto y las aglomeraciones. Escucha rock independiente norteamericano, como el de Ray Lamontagne, aunque el último disco que se ha comprado es
Gato negro. Dragón rojo, de Amaral.
Mostrar comentarios

Códigos Descuento