Así se publica hoy en El Mundo Andalucía, donde se explica que Liydn Eckardt, ciudadano alemán que cumple ocho años de condena por narcotráfico, aprovechó su estancia en un taller de manualidades destinado a presos poco conflictivos para pedir permiso al monitor e ir al baño, momento en el que inició su intento de escapada.Nadie le echó en falta en el taller y no fue hasta que éste finalizó y los funcionarios realizaron el recuento cuando se percataron de que Eckardt no aparecía y entonces activaron la alarma. Mientras el fugado ya

Se equivocó de recorrido y no tomó la ruta correcta entre las dependencias del penal y acabó en el campo de fútbol, cerca de su objetivo pero acorralado. Allí estuvo agazapado hasta que los funcionarios inmersos en su busca dieron con él y pusieron fin a su fuga. Junto con él encontraron planos de la prisión y otro de Huelva capital, por lo que se sospecha que pudiera contar con ayuda exterior y que preparaba para huir del país.

Una vez frustrada su aventura de libertad, Liydn Eckardt, que nunca antes había tenido un comportamiento similar, fue ingresado en el módulo de aislamiento de la prisión provincial, donde está vigilado las 24 horas del día. Ahora mismo se encuentra a la espera de ser trasladado a otro centro penitenciario, quizás El Puerto de Santa María.

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