La ley de conservación de la energía sentencia que la energía ni se crea ni se destruye, sólo se transforma. Este principio de la termodinámica puede aplicarse para Ferrocarrils de la Generalitat (FGC). Sus trenes (todos los de la línea del Vallès, hacia Terrassa y Sabadell) recuperan energía cuando frenan totalmente.
Si pasan de 90 km/h a 0 son capaces de generar lo que gasta una oficina de 30 personas durante 7 horas,
iluminar un campo de fútbol como el Camp Nou una hora o lo que usa dos horas un pequeño parque de atracciones (840 KWh). Si frenan desde 60 km/h se recupera el equivalente a una sala multicines durante 4 horas o unos grandes almacenes 6 horas (455 KWh).
Cambios en la catenaria
Y cuando se detiene desde 30 km/h hasta 0, es tanto como una casa con todas las instalaciones eléctricas durante ocho horas (297,5 KWh). Fue el verano pasado cuando se modificaron las catenarias para que la energía generada al frenar se transmitiera al resto de la red y la
pudiera aprovechar otro convoy. Hasta entonces se derrochaba: se generaba pero no se trasmitía.
La energía recuperada deja de gastarse y supone un ahorro en los ferrocarriles. Y sirve no sólo para el mismo tren, sino que puede aprovecharla otro convoy para arrancar, para el
aire acondicionado o para iluminar. En todo momento hay trenes que parten o suben cuestas así.
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