Hace 100 años que el padre de James Bond, el escritor británico
Ian Fleming (1908-1964), nació en la ciudad de Londres. Por este motivo, la capital ha organizado
varios actos conmemorativos, entre ellos, una gran exposición en el
Museo Imperial de la Guerra. La muestra, que se inauguró el pasado 17 de abril, permanecerá
abierta hasta marzo de 2009.
Sólo para tus ojos (
For your eyes only) toma
el nombre de una obra homónima sobre el agente 007 que el autor publicó en el año 1960. No era una novela al uso, sino
una recopilación de cuentos sobre el espía que refería en su título al nombre con el que se denomina, en círculos gubernamentales, a todos esos
documentos clasificados o top secret
que Fleming vio tantas veces.
Siete salas interconectadas
La exposición
ocupa siete salas interconectadas y revela cómo las experiencias vitales del autor, en concreto las que le sucedieron
en la Segunda Guerra Mundial, cuando trabajó para la Marina inglesa, contribuyeron a la invención del agente secreto. También se describen
sus facetas como periodista, viajante incansable, jugador o, por supuesto, escritor.
Para ello,
el comisario de la exposición, James Taylor, ha logrado reunir objetos curiosos nunca mostrados al público, como manuscritos, fotografías o
atuendos utilizados en varias de las películas de James Bond. Hay hasta una receta mecanografiada por Fleming de su plato favorito, los huevos revueltos y
un escritorio, de su mansión jamaicana, en el que escribió todas las novelas del espía.
También pueden verse la chaqueta que el propio escritor
llevó durante el desembarco de Dieppe (Francia) en 1942, la pistola Colt Python .357 Magnum que la casa Colt le presentó en 1964, el manuscrito
de su novela infantil Chitty Chitty Bang Bang
y la maqueta de un Aston Martin
hecho para el Principe Andrés en 1966 y
retocado para los filmes
Thunderball y
Goldfinger.
El legado de Ian Fleming
Asimismo, el visitante estará cerca de
la camisa ensangrentada que Daniel Craig llevó en
Casino Royale o los zapatos con cuchillas de Rosa Klebb’s en
Desde Rusia con amor. O del famosísimo
bikini naranja que Halle Berry lucía en
Muere otro día y los zapatos de golf que calzaba el
malvado Goldfinger en la película del mismo nombre. Puro fetichismo.
Pero la muestra es,
además de una curiosidad en sí misma, un reflejo de la historia y de los tiempos de la posguerra europea y la guerra fría,
que concluye con el legado del escritor, que no sólo se reduce a libros y películas, sino a todo un universo de marketing que
incluye desde juguetes hasta parodias cinematográficas, pasando por la ropa o los videojuegos.
Sólo para tus ojos tiene como esposor principal a la
organización Fleming Family & Partners, que también se ha hecho cargo de otra muestra relativa al
diseño y encuadernación de los volúmenes del escritor. Las celebraciones del centenario tendrán su punto álgido
el próximo 28 de mayo, cuando se publique una nueva novela de Bond
encargada a Sebastian Faulks,
Devil may care.
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