La igualdad entre hombres y mujeres aún queda lejos. Casi el 50% de los padres asturianos no coge el permiso de paternidad de 13 días que desde marzo del año pasado contempla la legislación española y que paga el Gobierno Central. A la empresa sólo le toca pagar dos días. Así que, en total, al nuevo padre le corresponden 15 que, normalmente, no disfruta.

Según los datos de la Seguridad Social, entre marzo (desde que entró en vigor la nueva Ley de Igualdad) hasta diciembre de 2007, 2.999 papás asturianos disfrutaron de su permiso. En ese tiempo, según los datos de la Sociedad Asturiana de Estudios Económicos (Sadei), nacieron 6.332 niños en el Principado. Así que, 3.333 padres siguieron trabajando aún cuando sus mujeres acababan de dar a luz.

Según los sindicatos CC OO y UGT se debe, fundamentalmente, a las presiones que reciben de sus empresas. «A los empresarios no les gustan mucho estos permisos. Además los padres suelen ser jóvenes y no quieren enfrentarse a la empresa», explica Dolores González, secretaria de la Mujer de CC OO de Asturias. Hay, incluso a quienes le sugieren que «se cojan vacaciones en vez del permiso de paternidad».

A parte de estas presiones, los padres se enfrentan a otra, la del entorno social. Hay quien rechaza disfrutar de sus días por «estereotipos, machismo y convencionalismos», explica Marta Fernández, responsable de la Mujer de UGT-Asturias.

Las mamás sí disfrutan de su permiso. En 2007, 5.254 mujeres lo cogieron. No son todas las que dan a luz (nacieron 7.585 niños), sobre todo porque no todas las mujeres trabajan.

«No tuve ningún problema»

Juan Fuente forma parte de la mitad de padres asturianos que sí cogieron el permiso de paternidad. Él lo pidió cuando su hijo nació y en la empresa no tuvo «ningún problema». Al revés «fueron todo facilidades», cuenta. Su pequeño acaba de cumplir un año y explica que decidió pedir esos días «para estar con mi mujer, ayudarla y disfrutar del recién nacido». Esta vez pudo. Con su anterior hijo, que ahora tiene cuatro años, no tuvo tanta suerte, «no existía el permiso».

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