¿Dónde están en realidad los tesoros
que busca Indiana Jones?

  • Las calaveras de cristal de Akaton -de origen azteca y maya- que busca 'Indy' en su última aventura están en museos de París y de Londres.
  • El paradero del Arca Perdida sigue siendo un misterio para los investigadores y los arqueólogos que la buscan.
  • Las rocas de "shankara", ejes de la película El templo maldito, son el único trofeo fictico de la saga.
Harrison Ford, en 'Indiana Jones y el Reino de la Calavera de Cristal'.
Harrison Ford, en 'Indiana Jones y el Reino de la Calavera de Cristal'.
LUCASFILM
Harrison Ford, en 'Indiana Jones y el Reino de la Calavera de Cristal'.

El verdadero tesoro resultó ser el propio Indiana Jones, que amasó más de 1.100 millones de dólares en las taquillas, pero los misterios del Santo Grial, la Calavera de Cristal y el Arca de la Alianza siguen siendo objeto de debate arqueológico.

Aunque la hábil narración de Steven Spielberg haya cerrado con convicción cada aventura del arqueólogo más famoso y atlético del cine, las excusas sobre las que ha hilado la ahora tetralogía de Indiana Jones buscan todavía la explicación definitiva para desvelar los enigmas.

La calavera de cristal de Akaton que centra el interés del Doctor Jones en su celebrado regreso y, fuera de la pantalla, tres de las trece calaveras que presuntamente existen -y que son capaces de hablar y cantar-, se encuentran en los museos Quai Branly de París, el British Museum de Londres y el Smithsonian de Washington. Provenientes de las culturas azteca y maya, están relacionados con los Itzas, unos personajes que, según la leyenda, provenían de la Atlántida y trajeron en ellas el conocimiento a la Tierra.El mito asegura que juntar las trece calaveras conseguiría detener el mundo, algo que de momento no sucederá porque un análisis reciente reveló que las

piezas exhibidas en los tres museos fueron talladas, probablemente, en Europa en el siglo XIX.

"Estas calaveras de cristal de cuarzo generaron gran interés y fascinación cuando empezaron a aparecer en las colecciones públicas y privadas de la segunda mitad del siglo XIX", pero "parece improbable que (las reales) existan, ya que ninguna ha sido encontrada entre las numerosas y precisas excavaciones arqueológicas", informa el British Museum en su página web.

En paradero desconocido

Pero todo empezó con el Arca de la Alianza que, ateniéndonos al desenlace de En busca del arca perdida (1981), permanece en un almacén de Estados Unidos camuflada entre objetos sin especial valor. En realidad, el paradero del cofre de acacia negra, en el que según el Antiguo Testamento se guardan las tablas de la ley que Moisés recibió de Dios en el Monte Sinaí, sigue siendo un misterio.

La Biblia pierde la trayectoria del arca en la época del rey Salomón, y aunque hay teorías que afirman que permanece oculta en Jordania, estudios arqueológicos desvían el punto de mira hacia Etiopía.Recientemente, investigadores de la Universidad de Hamburgo han encontrado allí restos del palacio de la

legendaria reina de Saba en la ciudad santa de Axum, en el estado federado de Tigray, al norte del país.

Pero la cotizada reliquia, según se cree en Etiopía, estaría actualmente en la Iglesia de Nuestra Señora de Sión, en Axum, donde es custodiada por la única persona autorizada para verla o tocarla, un sacerdote descendiente directo de los levitas, la tribu de Israel responsable de su cuidado desde que fue construida para acoger los Diez Mandamientos.

El Santo Grial

En 1989, Harrison Ford, con ayuda de su padre, interpretado por Sean Connery, buscaba otra reliquia: el Santo Grial, la copa en la que Jesucristo bebió el vino en La Última Cena y que, según la imaginación de Lucas y Spielberg, estaba tallada en la madera que había trabajado San José. Aunque en la película acababa escurriéndose entre las grietas de un templo en Alejandreta (actual Turquía), su existencia es más dudosa debido a la ausencia de referencias directas en La Biblia.

En el siglo XIII, Wolfram von Eschenbach desató la presumible leyenda con su poema épico "Parzival", inspirador de la ópera "Parsifal" de Wagner, y la primera tentativa de vincular el Santo Grial con la orden de los templarios y las cruzadas medievales .De hecho, los

caballeros italianos de esta orden aseguraron en 1995 que el legendario cáliz se encontraba bajo su
custodia en Roma desde los años setenta, en contraposición al descubrimiento del psicólogo británico Graham Phillips, quien aseguró haber encontrado el cáliz en un desván de una casa de campo de Rugby (Inglaterra).

Trofeo ficticio

España también ha explotado las posibilidades turísticas del Santo Grial, hasta el punto de que la Catedral de Valencia asegura albergar el original y como tal fue utilizado en 2006 por el Papa Benedicto XVI en su visita a la ciudad.

Indiana Jones y el templo maldito (1984), en cambio, es la única de la saga que busca un trofeo ficticio -las rocas de "shankara", poseedoras de energía suficiente para dominar el mundo- aunque estuvo protagonizada por la secta de la India colonial "thuggee", una de las más enigmáticas y sanguinarias de la historia.

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