Los adolescentes de ahora carecen de valores cívicos y no saben comportarse

  • Educadores y padres dicen que hacen falta talleres que los enseñen a comportarse en sociedad.
  • Algunos centros ya imparten clases de buen comportamiento.
  • Los jóvenes y los adultos hablan lenguajes diferentes.
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Ceder el paso al entrar en un bar, decir buenos días al conductor del autobús o simplemente saber iniciar una conversación son algunos de los valores cívicos de los que carecen muchos de los adolescentes de ahora.

Miguel Ángel Caballero, director técnico del Plan contra el Vandalismo en Granada y coordinador de los Talleres de Mejora de la Competencia Social, que este año se han impartido en 35 institutos de la provincia, considera que «los chicos tienen lagunas muy fuertes en educación básica tan elementales como saber saludar». A veces, este déficit está provocado «por la falta de comunicación con los adultos», señala Caballero en una de sus conclusiones tras impartir estos talleres.

Los jóvenes de ahora utilizan un lenguaje musical y corporal diferente al de los adultos. «Muchas veces», explica Diego Ruiz, director del Colegio Nuestra Señora del Rosario de Dehesas Viejas, «los maestros nos sentimos insultados cuando intentan acercarse a nosotros, pero es que no los entendemos».

Este centro ha puesto en marcha talleres de competencia social «para enseñar a los niños algo tan básico como sonreír al interlocutor o mirarlo a los ojos». Las clases, en la mayoría de los casos, se centran en situaciones ficticias en las que los jóvenes tienen que resolver aspectos de la vida real como ir a la panadería y saludar.

La Federación de Asociaciones de Padres cree que se necesitan más talleres. «La sociedad individualista hace que los niños no tengan referentes, nadie que les corrija cuando están en la calle. Los adolescentes tienen valores, pero les faltan instrumentos para ponerlos en marcha», dice José Antonio Puertas, presidente del colectivo.

El Ayuntamiento de Granada puso en marcha el año pasado un plan contra el vandalismo en las plazas. Durante varios meses un grupo de educadores de calle ha estado en contacto con los adolescentes y ha tratado de acercarlos al resto de los vecinos. Este año, sus promotores pretenden instalar carpas permanentes en algunas zonas con programas especiales de talleres. Además, de realizar un campamento con los jóvenes líderes que han detectado en los colegios. Son formas de prevenir la violencia.

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