Se trata de un hipotético caso real, de un ejercicio relacionado con el Plan de Emergencia Nuclear de Burgos (Penbu). Más de medio centenar de efectivos de la Guardia Civil, en su mayoría, del equipo nuclear, radiológico, bacteriológico y químico (NRBQ), procedentes de Burgos, Logroño, Madrid, Álava y Vizcaya, junto a personal del Consejo de Seguridad Nuclear (CSN), intervienen en este ejercicio.

Es relevante el apoyo logístico de los agentes de la Benemérita que también aporta material de seguridad ciudadana y de protección de los bienes. El objetivo fundamental es “proteger a la población potencialmente afectada con medidas que desarrolla en Penbu hasta el nivel máximo de poder evacuar a la población” y resalta la importancia de “la prevención y la anticipación a estas medidas para proteger a la población desde la anticipación”.

El coordinador del simulacro y responsable del NRBQ, el capitán Ortega, insiste en que el objetivo es “intentar que si se produce un vertido, el daño sea inexistente o lo mínimo posible, por lo menos, para las personas”. Así, explica que en el Penbu se reacciona de forma escalonada. “Ante un aviso de riesgo, la central tiene la obligación de hacer comunicación inmediata a la Subdelegación y al CSN”.

Por otro lado, la central de Garoña también ha realizado a lo largo de la mañana de hoy un nuevo ejercicio anual de emergencia interior consistente en representar una serie de sucesos provocados en el interior de la planta y que, posteriormente, han dado lugar a una situación simulada de emergencia en el emplazamiento.

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