Los efectos de la crisis siguen apareciendo. A la caída de las hipotecas y el descenso del consumo se suman los impagos de letras y pagarés, efectos con los que muchos pequeños negocios consiguen ganar tiempo para pagar a sus proveedores.

Entre enero y febrero, los sevillanos no pudieron hacer frente a 23.130 letras y pagarés valorados en casi 124 millones de euros, según el Instituto Nacional de Estadística (INE). El importe casi triplica al del año pasado:algo más de 49 millones.

El número de efectos comerciales impagados es un 37% superior al de 2007.

Los impagos no son exclusivos de la provincia, está ocurriendo en toda España.

Sectores perjudicados

El pequeño comercio y la construcción son los sectores «más afectados por la falta de liquidez», explican fuentes de la Asociación de Jóvenes Empresarios de Sevilla.

La situación «la vienen padeciendo desde agosto y se ha incrementado en enero y febrero». Lo que se está viviendo es «la pescadilla que se muerde la cola», agregan. Al bajar las ventas y el consumo, descienden los ingresos en muchos negocios, que tienen proveedores a los que deben atender pero no pueden.

«Ahora hay incertidumbre», apuntan. La situación «va a seguir siendo mala y no se sabe hasta cuándo», añaden las mismas fuentes.

Ya ha habido empresas que han empezado a notar los efectos, sobre todo, en la construcción y han tenido que presentar «suspensión de pagos». Además, «el índice de morosidad es muy alto».

Consumidores

Los problemas de pagos también repercuten en el consumidor y los créditos rápidos y la reunificación de deudas no tienen por qué ser la única solución.

«Nadie da duros a cuatro pesetas», recuerdan en la Unión de Consumidores (UCA-UCE). Los intereses «se sitúan entre el 20% y el 25%», apuntan.

Recomiendan precaución e informarse y comparar las ofertas con la de las entidades financieras habituales antes de decidir.