Rodolfo, consciente de la presión que supone representar a España después de tantas décadas de sequía eurovisiva - la última ganadora fue Salomé allá por 1969 - no está nervioso, porque sólo tiene una canción y sería un tonto si no la llevara ensayada, como él mismo dice.

"Yo quiero quedar por lo menos en mejor posición que en los últimos años. Si quedamos entre el uno y el uno, bien", declara el cantante, al que da vida el actor David Fernández.

"Toda la gente te encuentra por la calle y te dice: '¡Vamos a ganar!' y le dices: 'Señora, tranquila, vaya usted si está tan segura de que vamos a ganar' y la gente te dice que está nerviosa por ganar, porque la verdad es que hace años que no nos comemos un rosco. Ese es el sentimiento que tengo en la calle", se confesó.

Rodolfo se muestra confiado. Otros cantantes como el pavo Dustin, el representante irlandés, no son rival para el artista, que dice ser argentino.

"(El pavo Dustin) sólo canta. Yo canto y bailo, básicamente. Además, yo a los pavos les puedo, tuve alguna discusión con alguno en Navidades y al final acabé comiéndomelo. Está claro que al pavo le ganamos", dijo.

Siempre acompañado por su inseparable Lucila - su exclusiva guitarra de juguete - y con su ya característico 'look' con tupé, gafas sin cristales y chaleco, Chikilicuatre recibió a Reuters esta semana en Barcelona, antes de intervenir en el programa Buenafuente, en el que colabora. Incluso se atrevió a improvisar un solo de guitarra.

"Mi padre me regaló la primera guitarra a los tres años, le empecé a coger cariño y ya cuando a los 10 años le pusimos las cuerdas empecé a tocarla. Y ahí fue donde me empecé a dar cuenta de que tenía un don, (se pone a tocar y suena la canción infantil "La granja") Y dices: "¡Soy un genio!" (...) Me di cuenta de que la música era lo mío, y así hasta llegar ahora, a la tierna edad de treinta y picos años", rememoró.