Cuando estudiaba en el colegio de monjas rompía siempre el silencio de la clase de estudio “llorando a lo cafre, como si fuera un bebé”. Como no movía ni la boca ni un solo músculo de su cara tardaron tiempo en pillarla. Es Isabel Camiña, una ventrilocua sevillana con una voz prodigiosa. Acaba de quedar finalista en el programa de Tú si que vales.

¿Qué le decían en el colegio?

Había una compañera que me llamaba la niña del exorcista. Me decía que lo que hacía era cosa del diablo.

¿Y las monjas?

Se reían mucho.

No es el primer premio que gana en la televisión ¿verdad?

No. El primero llegó en el 92. Éste último me ha servido para que me conozca más gente.

¿Faltan más programas de humor en la parrilla?

Sí. Sobre todo de habilidades. No todo es contar chistes.

Es una ventrílocua muy peculiar ¿por qué?

Canto con la boca totalmente cerrada. Emito los sonidos con la garganta, echando el aire por la nariz.

¿Ha investigado?

Sé que lo hacía Houdini, el número uno de los magos antiguos.

¿Su número estrella?

Lo que mejor se hacer son los llantos de los bebés y las voces de niños de unos 5 años. Canto canciones infantiles y también coplas.

Además de ventrilocua es…

Animadora, payasa, maga…

¿Cuál es el mejor piropo que le han echado?

Eres la mejor maga del mundo y además, guapa. Me lo dijo un niño.

¿Es más difícil ahora entretener a los niños que antes?

Sí. Tienen menos inocencia. Ahora van con la picaresca, a cogerte el truco.

¿Es difícil vivir de la risa?

Sí. Cuesta mucho. Creo que estamos forzando la sonrisa de la vida. Cada vez somos más infelices y menos niños.

¿Qué hace falta para ser feliz?

Simplemente ser niños, algo que a los adultos se nos olvida.

Biodatos

Isabel Camiña. Tiene 43 años. Vive en el barrio de la Macarena. En 1992 ganó su primer concurso de televisión. También se llevó el premio del concurso de Que Gente tan Divertida que presentaba Loreto Valverde y en El Show de Flo. Acaba de quedar finalista en Tú si que vales.