Agentes de la policía nacional han detenido a un ladrón que se hizo el muerto al ser sorprendido robando en una funeraria de Burjassot (Valencia), según publica el diario Levante.

El ladrón intentó despistar a los agentes metiéndose en el expositor de cadáveres, pero había un problema: los muertos siempre tienen féretro, y él no lo tenía.

Fue tarea fácil

Por este motivo, los policías no tuvieron demasiados problemas para descubrirlo. J.A.Crespo, dueño del tanatorio, asegura que fue muy fácil porque se notaba que respiraba y además no tenía caja.

Crespo lamenta que en las dos últimas semanas "han entrado a robar en tres o cuatro comercios y viviendas del centro de Burjassot".