La primera ronda de las elecciones municipales de este domingo en Francia servirá para comprobar la erosión anunciada de la mayoría conservadora del presidente, Nicolas Sarkozy, y en qué medida la izquierda puede aprovechar para ampliar a los ayuntamientos el dominio que ya tiene en las instancias regionales.

Concluirán el domingo que viene

Los comicios de hoy, que concluirán con una segunda vuelta el domingo de la semana próxima, son también cantonales, que en este caso permitirán renovar la mitad de los miembros de los Consejos Generales, órganos ejecutivos de los Departamentos.

Aunque locales, estos comicios tienen un significado nacional y permitirán medir la relación de las fuerzas políticas en el país, en un contexto de marcada impopularidad de Sarkozy, 10 meses después de su llegada al Elíseo, y una coyuntura económica desfavorable.

Primeros datos de participación

Los datos de participación a mediodía divulgados por el Ministerio del Interior apuntaban a una fuerte movilización del cuerpo electoral, con un 23% del censo que ya había puesto su papeleta en las urnas para las municipales en la Francia metropolitana, frente al 20,57% a esa misma hora en los comicios precedentes, celebrados en 2001. De hecho, ese 23% era la cifra más elevada de los últimos dos decenios en las sucesivas votaciones para renovar los concejales de los 36.782 municipios del país, para un mandato de seis años.

En las cantonales, donde están en juego 2.020 cantones (la mitad de los del país) a esa misma hora la participación se situaba en el 22,25%, comparada con el 19,26% en 2001.

¿Cómo es el proceso?