Es, probablemente, una de las costumbres universitarias que más generaciones han continuado. El tradicional viaje de fin de carrera reduce estos días el número de estudiantes en las aulas de las facultades.

La costumbre y su duración siguen siendo las mismas, pero con algunos cambios. Los vuelos baratos y los nuevos destinos han ampliado las posibilidades que había hace unos años.

El Caribe, Centroeuropa y el norte de África se reparten la mayoría de los destinos preferidos por los estudiantes. Concretamente Praga, la Riviera Maya, la República Dominicana, Egipto y Túnez.

Al viaje de fin de curso se ha unido también, con el paso de los años, el de ecuador. Se suele realizar a mitad de carrera y tiene un coste más reducido que el primero.

«En ambos casos son frecuentes varios viajes dentro de una misma clase porque los estudiantes quieren ir a un sitio distinto», explica Félix Simón, director de Marsans Eventos.

También, el aumento de actividad del aeropuerto de Valladolid ha permitido que algunos de los viajes se empiecen a hacer desde aquí.

Pese a ello, el 90% continúan saliendo desde Madrid, lo que obliga a las agencias de viajes a transportar a los alumnos hasta la capital.

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