Sólo lleva abierta desde San Valentin, el pasado 14 de febrero, pero la gerencia de Urbanismo de Murcia ya ha decretado su cierre por carecer de licencia de apertura. Venden lociones para mejorar las relaciones sexuales, condones y lencería picante y de sabores, entre otros artículos, pero una vecina de la zona se ha empeñado en cerrar la tienda porque entiende que es de mal gusto que esté frente a la parroquia de San Miguel.

Dice que dejan entrar a menores de edad y que dentro del comercio hay cabinas donde se exhibe sexo en directo, vídeos y sadomasoquismo, explicaron los dueños del local a este diario y aclararon que, «no es cierto que tengamos cabinas de sexo, sólo vendemos productos y lencería. Es una tienda muy respetuosa e invitamos a todos a que vengan a visitarla».

Irán contra la señora

Los dueños de la tienda sólo tienen un par de semanas para entregar la licencia de apertura, si no quieren tener que cerrar. «No tienen licencia y por eso hemos decretado su cierre. Tienen un plazo para cerrar la tienda si no quieren tener que pagar una multa por cada día de retraso», explicaron fuentes de la gerencia de urbanismo.

Ante el acoso de esta vecina, que fue a la parroquia de San Nicolás (Murcia) y recogió 45 firmas de los feligreses por el cierre de este presunto sex shop, los dueños han contraatacado y tienen previsto denunciar a la señora por acusaciones falsas. «Nos está haciendo mucho daño con sus mentiras. Montar un negocio es muy dicicil y no pretendemos molestar a nadie, pero todo lo que dice esta señora es falso. Tanto es así, que el párroco de San Nicolás, nos ha pedido disculpas porque en un primer momento se puso de lado de la señora, pero cuando se enteró lo que vendíamos habló con nosotras para decirnos que se había equivocado», explicaron José Antonio Martínez y Ángel Casanova, los dueños del local, que aclararon, «nosotros también hemos recogido firmas de apoyo por parte de los vecinos».

Lo denunció una beata

Los dueños de la sex shop more more de la calle Luis Braille, del centro de Murcia solicitaron al Ayuntamiento una licencia de apertura que aún no les ha sido concedida. No obstante, los inspectores municipales pasaron por ahí la semana pasada y comprobaron que cumplía con todos los requisitos exigidos para conceder los permisos. Así, aunque el Consistorio ha decretado su cierre es posible que los dueños no tengan que cerrar la tienda, porque si reciben la licencia antes de que se cumpla el plazo para el cierre todo puede quedar en una mera anécdota.