¿Tienes buenas referencias?

  • La mayoría de las referencias que las empresas facilitan a otras sobre los trabajadores son negativas.
  • Interroga directamente a tu jefe sobre si estaría dispuesto a dar buenas referencias tuyas en caso de que le llamasen.
  • Conviene ponerse en contacto con el departamento de recursos humanos y enterarnos de cuál es la política concreta de la empresa en cuanto a referencias.

Uno de los aspectos que más frecuentemente olvidamos a la hora de buscar empleo es el de las referencias. Existe la idea generalizada de que las empresas no hacen informes negativos salvo en casos extremos, pero esto no es cierto.

La mayoría de las referencias que las empresas facilitan a otras sobre los trabajadores son negativas o, en el mejor de los casos, indiferentes.

Si queremos enfrentarnos con seguridad a las próximas entrevistas de trabajo, tenemos que controlar en lo posible este factor.

Unos sencillos consejos pueden ayudarte a tener buenas referencias.

CÓMO HACERLO

Informarse: Si pensamos dejar nuestro empleo actual, conviene ponerse en contacto con el departamento de recursos humanos y enterarnos de cuál es la política concreta de la empresa en cuanto a referencias. Puede que consigas un historial escrito de tu labor antes de irte de la empresa.

Preguntar: Interroga directamente a tu jefe sobre si estaría dispuesto a dar buenas referencias tuyas en caso de que le llamasen. Si accede, indaga qué cosas diría en tu favor. Si le ves dudoso, ten cuidado. Si su opinión va a ser negativa, nunca te lo dirá abiertamente, así que tendrás que aprender a descifrar su lenguaje corporal.

Actualizar: Antes de entregar un currículo asegúrate de que los datos de tus jefes (nombres, cargos, teléfonos, direcciones de correo) están actualizados. No hacerlo es un error muy común que se puede volver en tu contra.

Relacionarse: Mantén relaciones sociales con aquellos de tus superiores que tienen buena opinión de ti. No dejes que te olviden. Como puedes tardar un tiempo en necesitar de su apoyo, sigue en contacto con ellos.

Honestidad: Si estás seguro de que se pedirá una opinión a un antiguo jefe y ésta será negativa, es preferible que te adelantes y menciones ese aspecto en la entrevista como uno de tus puntos débiles. Al menos no se podrá cuestionar tu honestidad.

Claridad: Conviene ser claro al hablar con la persona que puede contratarnos. una conversación franca y una demanda de ayuda para el nuevo empleo pueden suavizar una mala opinión previa.

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