Si, le propuse la idea y a la mañana siguiente recibí un correo suyo diciendo que ¡Sí! Sé que mucha gente no entenderá la felicidad que sentí en ese momento, pero a los que nos gusta crear, que nos permitan crear y que nos apoyen, es lo más maravilloso que nos puede pasar.

Hasta le hiciste un vídeo de amor...

(Risas) Sí. Lo publiqué en mi blog el día 14 de febrero, día de los enamorados. Una vez terminamos el piloto, él debía de pronunciarse. Había pasado varias semanas desde que se lo habíamos enseñado y 20 minutos estaba aún haciendo estudios de marca y sobre el producto. Todo mi equipo estaba muy nervioso esperando el sí o el no. Para aliviar tensión y hacerle ver que estábamos desesperados le hice ese vídeo.

Nunca antes habías dirigido, ¿cómo te atreviste?

Porque conocí a Illia. Illia es un cámara que trabajaba en 20 minutos y con el que hice unos reportajes sobre el sorteo de Navidad. Congeniamos, vi que él controlaba totalmente todo el aspecto técnico, aparte de que tenía una vena artística muy pronunciada (acaba de exponer parte de su obra en la facultad Bellas Artes). Sin él no hubiera podido. Illia ha tenido mucha paciencia, es muy tranquilo y perfeccionista. Yo soy muy nervioso, ansioso, cutre e insoportable.

Pero hay más gente implicada...

Tengo muchos amigos, profesionales del medio, que me apoyaban. Por ejemplo, Salva Dávila, uno de los protagonistas de la serie. Ha salido en musicales como Jesucristo Superstar, además de ser músico (triunfó en los 90 con su grupo Ciencias Naturales), y haber compuesto la sintonía de la serie.

¿Y Rosa y Peter?

Rosa Márquez es una excelente amiga que vive a muerte el mundo de la interpretación. Peter ha sido mis manos cuando no estaba en Madrid. Es como la canción de los Beatles Con ayuda de mis amigos lo conseguiré.