Con la entrada en la fase de excepcionalidad 2 en la cuenca del Ter y delante de la situación de sequía, el Ayuntamiento de Girona ha adoptado las medidas que establece este protocolo.

En este sentido, el consistorio prohíbe utilizar agua potable para el riego de jardines y tiene previsto cerrar las fuentes ornamentales de la ciudad, incluso aquellas que funcionen con circuito cerrado.

Esta medida afecta a las fuentes que se encuentran en la Plaza Catalunya, Plaza Països Catalans, en los Jardines del Dr. Figueres y en el Parque del Migdia.

Por otra parte, el Ayuntamiento sólo permitirá el riego para la supervivencia de los árboles. Según ha resaltado la teniente de alcalde Cristina Alsina, las medidas se encaminan a “

Entre otras medidas, el consistorio también ha acordado no permitir que se vuelvan a llenar las piscinas y el lavado de coches con mangueras. Además también ha suspendido la plantación de árboles y de flor de temporada.

En el apartado de limpieza viaria, las restricciones indican que sólo se utilizará agua para limpiar las calles cuando sea “imprescindible”.

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