Un vecino de Mataró (Barcelona) ha denunciado a los Mossos d´Esquadra por irrumpir por error en su casa, registrarla y además agredirle. Los agentes llegaron a apuntar en la cabeza al individuo, pero finalmente le pidieron disculpas y le recomendaron que se lo tomase como la experiencia de hacer puenting o rafting.

La Policía catalana admitió el error, pero negó que el propietario fuera agredido. Además, aseguró que desde el primer momento los agentes se identificaron como policíasSegún la denuncia presentada por Joaquin C.B., todo empezó entre las 6.30 y las 7 horas del 16 de enero, cuando cuatro encapuchados entraron en su domicilio. Tras oír fuertes ruidos, se encontró en su dormitorio a cuatro hombres que le apuntaban a la cabeza y le ordenaron tumbarse en la cama con las manos en la nuca.

Los agentes le ordenaron que no les mirara y cuando el propietario lo intentó le dieron un golpe en la nuca con un objeto contundente, probablemente la culata de un arma. Al cabo de unos minutos, vió que los encapuchados llevaban uniformes de los mossos. Uno de ellos, de paisano, se le acercó, le abrazó y admitió que se habían equivocado de domicilio.

Al parecer, unas obras de reforma y una numeración de los pisos confusa propiciaron la equivocación de los policías. Antes de irse, le dieron un papel manuscrito para reclamar el pago de los daños producidos en la puerta de acceso al domicilio. Ahora el afectado dice sufrir trastornos y ansiedad, no puede dormir debido al susto y tiene que medicarse para conciliar el sueño y para que remitan los frecuentes dolores de cabeza que sufre tras el golpe en la nuca. Además, está en tratamiento psiquiátrico.

El registro formaba parte de una operación de los Mossos en la que desarticularon una organización criminal que estafó cinco millones de euros a una sucursal de Caixa Girona.