La taberna de la Sociedad de Plateros, Posada del Bacalao, es un local acogedor para pasar una velada en familia, gracias al ambiente que se respira cuando se entra por sus puertas. Con decoración tradicional, este local data de 1930 y conserva el buen sabor de lo antiguo, a pesar de que utilizan las nuevas tecnologías para atender a la clientela. En la actualidad la regenta Manuel Bordallo, un profesional en el arte culinario que disfruta de lo que hace y aporta un aire familiar distinto a otros establecimientos, «con el calor del hogar», como comenta el propio Bordallo. La Sociedad de Plateros se creó en 1868 a raíz de la crisis política y económica que atravesaba el país, con el fin de socorrer a los plateros más desfavorecidos, y, desde entonces, ha conservado el nombre, aunque en la actualidad ya nada tiene que ver con esa actividad. Entre su larga y rica carta destaca el plato de bacalao, la lasaña de bacalao, el pastel de verduras, y ahora en invierno los platos tradicionales como las albóndigas en salsa o los callos. Para las personas del barrio cocinan de lunes a viernes guisos caseros para comer rápido pero sano. En esta taberna se organizan muchas actividades culturales, como los ensayos de chirigotas, exposiciones de pintura o clases de guitarra.