Un austríaco de 59 años fue detenido el martes por la Policía por fingir enfermedades y dolencias durante dos años para lograr pasar la noche en los hospitales, lo que ha supuesto un gasto para los servicios sanitarios de unos 100.000 euros.

El detenido se encuentra en paro desde hace 21 años y al parecer había decidido recurrir a estas tretas que le llevaron al menos a 93 hospitales para dormir bajo techo, según informaron fuentes policiales.

"Con este método, siempre basado en síntomas difíciles de comprobar, pretendía conseguir comida y cama en los hospitales", explicó el comisario Herbert Kohlbacher a los medios austríacos. El pasado domingo, el hombre llamó a los servicios de urgencia de la localidad de Mürzzuschlag (en la región de Estiria) asegurando que sufría un fuerte traumatismo por una caída.

Fingir las dolencias

Una vez trasladado al hospital, los facultativos no encontraron ningún indicio de un golpe, a pesar de las numerosas pruebas, y las declaraciones contradictorias del enfermo les pusieron sobre aviso y decidieron llamar a la Policía.

A las primeras preguntas de los agentes el detenido confesó haber fingido varias dolencias, lo que ha permitido conocer su largo historial sanitario en los últimos dos años.

No siempre le funcionó el sistema, ya que en algunos casos sólo recibía atención primaria en las ambulancias o en los servicios de urgencia, sin ser ingresado.