En la operación contra esta red, que transportaba la droga en contenedores camuflada en carbón vegetal, han sido detenidas once personas y se han intervenido 1.008 kilogramos de cocaína y 916 de hachís, además de otros efectos, según informó la Dirección General de la Policía.

La operación, que constituye la segunda fase de la denominada "Ayala" practicada en mayo, se ha desarrollado en la Comunidad Valenciana y en la de Madrid. En esta última comunidad estaba radicada una parte de la infraestructura del grupo, que introducía desde Holanda una variedad de hachís conocida como "Doble O", de gran valor en el mercado.

En concreto, se han practicado seis registros: dos en Madrid, uno en la localidad madrileña de Coslada y otro en la de San Fernando de Henares, un cuarto en Valencia y otros dos en el municipio valenciano de Aldaya, donde se han hallado en una nave unos 300 kilos de cocaína.

Además, se han incautado casi 200.000 euros, ocho turismos, una furgoneta, una motocicleta, tarjetas de crédito y una pistola. Esta red contaba con un punto de contacto en Sudamérica, concretamente en Argentina, en donde mantenía frecuentes reuniones la persona de confianza de la organización en España, también de nacionalidad argentina.

Su objetivo era introducir grandes partidas de cocaína a través del puerto de Valencia y oculta en el interior de cinco contenedores, cuya carga se había despachado como carbón vegetal. En la primera fase de la operación se intervinieron 300 kilos de cocaína y fueron detenidas seis personas, mientras que en la segunda, y tras la inspección de cinco contenedores más que habían llegado al puerto de Valencia, se han intervenido 700 kilos de la misma sustancia oculta en uno de ellos.

Las pesquisas se centraron desde su inicio en un español, de 53 años, Tomás R.P., y de su hijo y colaborador, de 30, Oscar Bruno R.A, quienes habían constituido en Coslada una empresa dedicada al almacenaje y transporte de mercancías comestibles por España y Europa.

La empresa era utilizada como sociedad instrumental para enmascarar la distribución de cocaína y hachís en España, con la que obtenían importantes beneficios. A finales de abril, Tomás .R.P. se trasladó hasta Amsterdam para contactar con ciudadano árabe a fin de introducir en España una cantidad de droga, y ya en junio Oscar Bruno y otro español, José Manuel V.LL., natural de Bilbao y de 41 años, se desplazaron en dos vehículos a Amsterdam para cargar una furgoneta con botes de café de cinco kilos donde camuflar la droga.

Los dos viajaron rumbo a España con la droga, pero fueron interceptados por los investigadores en San Fernando de Henares y en el registro de la furgoneta hallaron 16 bidones de café y 16 kilos de hachís de "altísima calidad", conocido en el argot de los narcotraficantes como "Doble O" y que apenas se conoce en España.

Según la Policía, se trata de un hachís que procede de Afganistán y que posee una elevada concentración de principio activo (THC), con el que se potencian los efectos alucinógenos tras su inhalación.

Este hachís posee un alto valor económico en el mercado clandestino al que iba destinado, unos 4.500 euros por kilogramo, triplicando en precio al hachís que habitualmente se consume en nuestro país que es, fundamentalmente, de procedencia magrebí.

La droga incautada en España, de haber llegado al mercado ilícito, hubiera alcanzado un valor de 33.100.000 euros al por mayor y se podría haber obtenido, en el caso de que la cocaína hubiera llegado al consumidor final, 5.128.000 dosis. La segunda fase de la operación ha sido posible gracias a la colaboración entre la Policía española y la Fiscalía Especial para la Prevención y Represión del Tráfico Ilegal de Drogas y Audiencia Nacional y las Policías del Reino Unido y Francia.

En estos países, en enero y abril fueron detenidas dos personas, un español que intentaba introducir 8 kilos de cocaína (a través del puerto inglés de Poole) y un alemán con 900 kilogramos de hachís, que ocultaba en el interior de un camión