El objeto de estas subvenciones, recuperadas el año pasado tras cinco años, es apoyar a los ganaderos a realizar inversiones en las granjas, con la finalidad de renovar las instalaciones, los equipos y las infraestructuras por otras más avanzadas tecnológicamente, con especial atención a la mejora de las condiciones de higiene, salubridad y bioseguridad, detalla la Generalitat en un comunicado.

Las ayudas también pretenden servir para mejorar las condiciones de bienestar animal, la sostenibilidad y la reducción de los impactos ambientales producidos por la propia actividad ganadera. Así mismo, a la reducción de los costes de producción, la mejora de la calidad del producto final y el fomento de los productos ecológicos.

Las inversiones subvencionables tienen como finalidad la mejora de la bioseguridad y de las condiciones higiénico-sanitarias, del bienestar, promoción de la extensificación, fomento de la ganadería ecológica, reducción de costes, mejora de la calidad del producto final, reducción del impacto ambiental y lucha frente al cambio climático.

Para ello, las ayudas cubrirán los costes para la construcción o mejora de instalaciones adicionales a la explotación en materia de bioseguridad, la compra de maquinaria y equipos, la adquisición o desarrollo de programas informáticos para la gestión ganadera, entre otros.