En declaraciones a los medios momentos antes de participar en una reunión con el presidente asturiano, Javier Fernández, Damián Manzano ha sido el primero en apuntar hacia esa posibilidad, apuntando que el sector del carbón tiene "poderosos enemigos", como "el lobby gasístico".

En su opinión, "es curioso" que se pongan en cuestión las ayudas europeas a la desulfuración, concedidas a partir de 2007, que estaban destinadas a mejorar las condiciones medioambientales y la competitividad, justo cuando Iberdrola ha decidido cerrar las térmicas de Lada (Asturias) y Velilla (Palencia).

CCOO de Industria, ha dicho, "no cree en las casualidades". La investigación europea y el cierre de las térmicas "no es fruto de ninguna casualidad, sino que estas compañías tienen otras formas en las que quieren producir energía", ha comentado, en relación al mercado del gas.

Manzano ha lamentado que en Asturias quedará "un solar" en Langreo, mientras que en la Unión Europea hay una posición "amparándose en medidas medioambientalistas que nada tienen que ver con la situación real". "El gas también contamina", ha apostillado.

Desde UGT-FICA, Jenaro Martínez ha defendido la misma posición, considerando que "no es casualidad". A su juicio, en los ámbitos español y europeo "se está demonizando el carbón", algo "muy alarmante" para Asturias porque "no solo aboca a la desertización a las comarcas mineras, sino que tendrá consecuencias en otros ámbitos económicos de la región como la industria electrointensiva".

Finalmente el consejero de Empleo, Isaac Pola, ha coincidido con los líderes sindicales y ha afirmado que "no le cabe duda" de que las ayudas fueron tramitadas "correctamente" en su día. "Confío plenamente en ello", ha afirmado.

Por otro lado los sindicatos y el consejero de Empleo han coincidido en la necesidad de hacer un frente común para pedir al Gobierno de España que no autorice a Iberdrola el cierre de sus térmicas.