Los biomarcadores informan sobre la predisposición de padecer una patología, dan información sobre si un paciente padece una enfermedad o si ha estado expuesto a algún tóxico o patógeno y aportan datos sobre la progresión de la dolencia.

El Servicio de Análisis Clínicos del hospital de Cartagena ha publicado el libro titulado 'Nuevas tendencias en biomarcadores e investigación de enfermedades: una visión general', con el que pretenden contribuir a la mejora de la práctica clínica mediante la correcta interpretación de los biomarcadores.

La publicación, realizada por encargo de la editorial americana 'Bentham Science', ha supuesto un reto, ya que en ella se resumen los principales grupos de patologías en donde los biomarcadores sanguíneos aportan más información para la atención clínica, y a su vez supone una actualización de este conocimiento hasta el presente y de sus perspectivas hacia el futuro.

El libro consta de 17 capítulos, que cubren un gran número de áreas en las que los biomarcadores aportan información complementaria sobre la enfermedad, tales como la preeclampsia, el síndrome metabólico, las enfermedades óseas y hepáticas, la patología cardiovascular y la sepsis, entre otras. Por tanto, este libro se convierte en una herramienta pluridisciplinar que puede servir de guía para la asistencia clínica en diversas patologías.

Para la redacción de los diferentes capítulos se ha contado con la colaboración de especialistas del servicio de Análisis Clínicos del área de salud de Cartagena y de otras áreas de salud de la Región, así como de expertos en las diferentes patologías, como cardiólogos, hematólogos, farmacéuticos hospitalarios, expertos en ciencia básica, de diversos centros hospitalarios españoles y del extranjero.

INDICADORES DE NUMEROSAS PATOLOGÍAS

Los biomarcadores son una característica o cambio fisiológico, bioquímico o morfológico medible y evaluable a nivel molecular, bioquímico o celular, que actúa como indicador de un proceso biológico normal o patológico, o como respuesta a una intervención terapéutica.

Existen diferentes clasificaciones de los biomarcadores. Así, los biomarcadores de riesgo informan sobre la predisposición a padecer una patología y son importantes para la identificación de los individuos de una población que pueden ser sensibles a cierta dolencia.

También existen aquellos biomarcadores diagnósticos que informan sobre la presencia de una enfermedad o la exposición a algún tóxico o patógeno y, por último, los biomarcadores pronósticos aportan conocimiento sobre la progresión de la enfermedad, es decir, si mejora o empeora tras el tratamiento.

Pueden presentarse de múltiples maneras, incluyendo proteínas, anticuerpos, aminoácidos, hormonas, determinados componentes del genoma, incluso algunos tipos de células.

En medicina, estos biomarcadores, que se pueden medir en el suero, la orina y otros fluidos biológicos, como la saliva, pueden ser utilizados como indicadores de la presencia o la gravedad de una enfermedad, mejorando el conocimiento de la fisiopatología de muchos procesos biológicos, y su uso se está convirtiendo en un complemento fundamental en la práctica clínica.

DETERMINACIONES

El Servicio de Análisis Clínicos realizó durante 2016 hasta 4.960.293 millones de determinaciones de pacientes de las áreas de salud de Cartagena y Mar Menor, 4.739.675 en el hospital Santa Lucía y 220.618 en el hospital Rosell.

En la actualidad, el laboratorio realiza una media de 1.200 peticiones de analítica diarias, con unas 15.000 determinaciones por día, entre atención primaria, especializada y hospitalaria.

El servicio de Análisis Clínicos participa activamente en la evaluación y posterior incorporación a su cartera de servicios de biomarcadores emergentes. Así, este último año se han incorporado nuevos marcadores tumorales, hormonas, anticuerpos y otras proteínas, con la intención de mejorar el catálogo que ofrece el laboratorio como servicio central al resto de servicios clínicos del hospital y en general del área de salud.

Además, el laboratorio ha conseguido de nuevo este año la certificación ISO 9001:2015, lo que reafirma la calidad del trabajo que se está realizando, con todas las garantías de seguridad para los pacientes. En su laboratorio, que está integrado, centralizado y automatizado, se realizan hasta el 99 por ciento de las pruebas de uso clínico más frecuente, que no tienen que derivarse a otros centros.

También ha sido pionero en la implantación de la petición electrónica que permite, a través del programa Selene, el envío y recepción de resultados de la analítica del paciente incluidos dentro de su historia clínica, y continúa

complementando la cartera de servicios con nuevas pruebas diagnósticas.