"No existe, por mucho que lo analicemos, un Madrid objetivable, definitivo, acabado, sino un conglomerado cultural, un acopio de falsillas históricas que configuran tan sugestivo concepto. Madrid es una ciudad abierta por naturaleza, viva, dinámica, diversa, acumulativa, nunca convencional. En sus rincones siguen mezclándose vestigios étnicos y desigualdades que testimonian sobre la tolerancia, la aceptación y el respeto a todas las formas de existir".

El autor de estas palabras, Basilio Martín Patino (1930-2017) nació en Lumbrales (Salamanca) pero sintió por Madrid, su ciudad de adopción, una atracción y un amor irremplazables a lo largo de toda su vida. Y este es el punto de partida de Madrid, rompeolas de todas las Españas, una exposición que toma, a su vez, como referencia los versos del poeta Antonio Machado -"... ¡Madrid! ¡Qué bien tu nombre suena, rompeolas de todas las Españas! La tierra se desgarra, el cielo truena, tú sonríes con plomo en las entrañas"- para realizar un recorrido por la trayectoria vital y profesional del recientemente desaparecido director de cine.

Abierta al público hasta el próximo 14 de enero en el Fernán Gómez. Centro Cultural de la Villa, la muestra puede definirse como un doble homenaje: por un lado, al realizador; y por otro, a través de su filmografía, a la memoria de Madrid a lo largo del siglo XX y lo que llevamos de XXI.

Martín Patino reivindicó Madrid como ciudad liberal (con ejemplos como la Institución Libre de Enseñanza y la Residencia de Estudiantes) pero también resaltó la generosidad de su pueblo dispuesto a abarrotar las calles en distintos momentos históricos: la proclamación de la Segunda República, el golpe de Estado del 23F, los atentados del 11M o, más recientemente, los movimientos ciudadanos del 15M, que tan bien reflejó en su documental Libre te quiero (2012).

La comisaria de la exposición, Olivia María Rubio, define así el espíritu del a exposición: "Basilio Martín Patino nos habla en sus películas de un Madrid resistente, de un Madrid doliente pero también de un Madrid festivo, lúdico. Esta exposición es un recorrido por ese Madrid cuya alma Martín Patino quiso penetrar, y también un homenaje a su cine y a su modo de estar en el mundo, ya que para él «hacer cine es una forma de objetivar e interpretar esas escondidas oscuridades que nos perturban la existencia, y lograr respirar más libremente".

La muestra tiene dos líneas argumentales. Por una parte un recorrido por los momentos históricos de la ciudad a través de fragmentos de las películas, audiovisuales y mediometrajes de Martín Patino y otros materiales como fotografías, revistas, libros y otros documentos. Estos momentos, a su vez, se dividen en cinco secciones claves: la república, la guerra civil, la posguerra, la transición y la democracia.

Por otra, un viaje por aquellos trabajos del cineasta en los que la ciudad de Madrid cobra un especial protagonismo y que fueron junto a Queridísimos verdugos (1973) tres de los documentales clave de su carrera: Canciones para después de una guerra (1971), Caudillo (1974) y Madrid (1987). Aquí se incluye, además, información sobre los problemas que tuvo que afrontar con la censura, fotografías, cartas y telegramas, guiones, recortes de periódicos con las críticas de la época, títulos de crédito... Como colofón final, también se le da voz al desaparecido autor, a través de diversas intervenciones en programas de TVE.