Según ha explicado el portavoz municipal de IU, Francisco Puentedura, este plan "antepone las deudas con los bancos y sus intereses, a las inversiones y a los pagos a proveedores, especialmente a pequeñas y medianas empresas, haciendo imposible inversiones que reequilibren los barrios y que generen empleo, e impidiendo que el Ayuntamiento reduzca las más de 3.000 facturas y cerca de 80 millones de euros que debe a los proveedores".

De este modo la coalición de izquierdas ha criticado "que este plan de ajuste sigue en el círculo vicioso de las políticas del austericidio, poniendo en peligro a numerosas pymes de la ciudad, y el empleo que generan, porque se paga antes a los bancos que a los proveedores o a quienes prestan servicios a la ciudad".

Para Izquierda Unida, el gobierno municipal del PSOE "sigue con la misma política económica del PP", que supondrá además "una subida injusta y antiprogresiva de impuestos para los granadinos", que "sufrirán, además de recortes subidas del IBI de hasta un nueve por ciento en 2018".

Con esta subida, el gobierno municipal pretende recaudar unos cinco millones de euros más "que irán a sufragar intereses de los más de 380 millones de euros que debe el Ayuntamiento, principalmente a bancos, y que no mejorarán ni inversiones ni servicios públicos".

Este orden de prioridades "que impone este plan de ajuste hasta el año 2022 implicará que la deuda comercial no se reduzca, y se generen más intereses de demora", ha señalado Puentedura, quien ha y recordado cómo, desde el año 2015 hasta la fecha, "el Ayuntamiento ha sido condenado a pagar hasta 3'5 millones de euros en intereses de demora, llegando a pagar intereses de intereses, y tiene reclamaciones pendientes por otros cinco millones de euros".