La investigación comenzó cuando el hermano de una de las personas investigadas denunció que una entidad bancaria le reclamaba una deuda de más de 33.000 euros por unos préstamos que él no había solicitado, ha informado la Guardia Civil en una nota de prensa.

Los préstamos bancarios sobre los que le reclamaban tal cantidad de dinero eran los conocidos como créditos rápidos y se contratan a través de Internet. Sólo se tiene que aportar los datos personales del peticionario y un número de cuenta bancaria.

El Equipo de Investigación de Delitos Tecnológicos de la Unidad Orgánica de Policía Judicial de la Comandancia de la Guardia Civil de Granada ha localizado las direcciones IP desde donde se habrían efectuado las cuatro operaciones fraudulentas, y ha comprobado que los investigados "utilizaron su propio móvil para solicitar los créditos" y que estos "aportaron los datos personales y bancarios del hermano de uno de ellos para poder gestionarlos".