Según ha informado el Instituto Armado, la investigación se inició después de recibirse varias denuncias en diferentes localidades cercanas entre sí relativas a robos y hurtos en el interior de vehículos y robos con fuerza en las cosas, por lo que se estableció un dispositivo, en el que intervinieron varias unidades del cuerpo.

El modus operandi consistía en robar en vehículos estacionados en caminos rurales o zonas agrícolas, mientras sus propietarios realizaban labores agrícolas. Las máquinas que utilizaban producían un fuerte ruido, que evitaba que se dieran cuenta del que los detenidos hacían al fracturar los cristales de los vehículos.

Las zonas elegidas en la mayoría de los casos eran las próximas a la Vía Verde del Aceite, por donde se desplazaban andando o en bicicletas sustraídas en robos anteriores con el objetivo de pasar desapercibidos en los desplazamientos. A los arrestados se le imputan de doce hechos delicitivos cometidos en los términos municipales de Torredelcampo, Torredonjimeno, Jamilena y Villardompardo.

En el momento de la detención uno de los ellos portaba 194,95 euros, dos teléfonos móviles y un destornillador. El dinero y uno de los terminales móviles procedían de dos hechos delictivos que acababan de cometer en dos vehículos estacionados en una zona rural cercana al lugar de su detención, mientras el destornillador era una de las herramientas que usaban para fracturar las cerraduras de las puertas de los vehículos.