El Ministerio Público ha indicado, asimismo, en el trámite de informes que ha quedado probado tan solo uno de los episodios que se le atribuían, una discusión que el D.C.S. ha reconocido "parcialmente en sala", por lo que ha retirado el delito de daños que se le imputaba.

Con respecto al delito de amenazas, ha retirado el tipo de amenazas a colectivo y lo ha dejado en el tipo simple del delito, por lo que ha rebajado la petición inicial de dos años y medio de cárcel a nueve meses de prisión y alejamiento del perjudicado por periodo de tres años y medio.

En el juicio celebrado en el Juzgado de lo Penal 1 de Almería, D.C.S. ha reconocido que el día en el que ocurrieron los hechos enjuiciados se personó, en compañía de un grupo de jóvenes, en el domicilio de la familia marroquí y que "perdió los papeles, hablando mal" si bien ha remarcado que, a continuación, "pedí perdón".

Ha asegurado no saber si dijo "voy a comprar gasolina y te voy a prender fuego a ti y a tu casa con vosotros dentro" y ha insistido en que "no fue una amenaza". "Acto seguido quedamos bien las familias, pedí perdón y yo soy amigo de su primo", en alusión al menor con quien supuestamente tuvo el enfrentamiento.

Al hilo de esto, el acusado ha desmentido que tirase "piedras y botellas de agua envueltas en papel de aluminio" contra la fachada de la vivienda o que realizase pintadas en fachadas con "cruces celtas usadas en la simbología nazi" o la leyenda "España católica y no musulmana, o Stop invasión".

Con respecto al episodio en el que supuestamente merodeó con un ciclomotor el instituto donde estudia uno de los hijos de la familia marroquí al grito de "muerte a los moros de mierda", ha señalado que recuerda que gritó "algo pero muerte al cien por ciento que no" y ha añadido que todo se debió a la presunta agresión del menor magrebí a un amigo suyo.

"Yo no tengo ningún problema con los marroquíes. Convivo con ellos, trabajo con ellos, y con los damnificados, no sé como llamarles, estuve jugando al futbolín hace dos días porque Antas es muy pequeño, solo hay tres bares, y la juventud vamos a uno", ha remarcado.

El directo del IES, quien ha declarado como testigo, ha negado que presenciase los hechos, ha apelado al "tiempo transcurrido" para decir que no se acuerda "muy bien" y ha asegurado que recuerda que acudieron "alumnos a mi despacho para decirme que había una moto rondando las inmediaciones pero yo no lo presencié porque no estoy en ese ala".

"Cuando salí estaba todo el barullo en la puerta y no oí lo que decía", ha dicho para admitir, a continuación, que D.C.S. "con quien tengo un trato cordial, correcto, se dirigió a mi para "cuestionarme las normas del centro". Según el fiscal, le habría "recriminado porque le daban a los marroquíes más derechos para quitárselos a los españoles".

Ninguno de los testigos que ha depuesto en la vista oral, a la que no han acudido los dos agentes de la Guardia Civil citados, han dicho que vieran al acusado cometer los hechos imputados y tan solo el hijo menor de la familia marroquí ha afirmado que le "amenazó con una piedra" cuando fue en compañía de otros jóvenes a su casa. No obstante, ha matizado a preguntas del fiscal que no se las "tomó en serio ni tuvo miedo".

En el juicio, que ha quedado visto para sentencia, el abogado de la defensa ha pedido la libre absolución de su patrocinado aludiendo a esta declaración que demostraría que eran "palabras huecas, sin significado", y pidiendo que se tenga en cuenta al dictar el fallo "las circunstancias del incidente previo en el instituto con un intento de agresión que caldeó el ambiente".