"Esta situación se puede solucionar si se quiere, solo hace falta que el Gobierno de Cantabria dé el empujón final a Fundinorte para aflorar definitivamente".

El grupo ha realizado hoy estas afirmaciones en un comunicado, tras emitir otro ayer la sociedad pública Sodercan, en el que indicaba que su plan de inversiones en Fundinorte se encuentra "en un avanzado estado de ejecución", de manera que solo queda pendiente el ingreso de 125.311 euros de los 3,3 millones de euros de inversión total que contenía, y que se harán efectivos cuando la empresa cumpla el compromiso de acreditar que ha realizado las inversiones correspondientes a esa cantidad.

Hoy, el grupo ha subrayado que los cinco millones que ha invertido han sido utilizados "en exclusiva para convertir una fundición a punto de expirar en una competitiva y puntera", que tiene dos cucharas de plasma de última generación, hornos de inducción, una nueva máquina de moldes y "un sinfín de mejoras" en la fábrica.

"Hasta el último céntimo invertido ha sido en pro de la fundición y sus trabajadores; la empresa y sus cuentas están a disposición de quien quiera comprobarlas", ha asegurado la compañía, que ha afirmado que "confía plenamente" en el proyecto pero necesita del "refuerzo" al que se comprometió Sodercan porque "los bancos no dan préstamos a un proyecto que aún no tiene beneficios aunque ya tenga pedidos en marcha".

En cuanto a empresas públicas, el conglomerado ya cumple con todos los requisitos técnicos solicitados, según el Grupo Vela, que, no obstante ha apostillado que "cuando se quieren poner trabas, todo son problemas de matices". "Los socios se apoyan y cumplen con sus acuerdos, verbales y escritos; es lo único que se reclama para la fundición".

El Grupo Vela ha asegurado que nunca ha querido cerrar Fundinorte sino que la Dirección "cree tanto en el proyecto que ha hipotecado su patrimonio familiar" en favor de la fundición.

También ha dicho que los trabajadores "son y serán siempre lo primero" para el grupo y que es "falso" que se haya producido una bajada de sueldo a los trabajadores de la planta de San Felices de Buelna -a los que se aplica el convenio salarial de 2015 hasta finales de 2017 si antes no se producían beneficios-. Además, la empresa dice que asumió una deuda delFOGASA con los mismos por un importe de 89.432 euros.

A ello se suma que las primeras inversiones realizadas por el Grupo Vela estuvieron destinadas a reformar los vestuarios "para mayor comodidad de los trabajadores", comedores y oficinas, "con el bienestar de los empleados como prioridad".

Desde la adquisición de la planta solo en Seguridad Social se han pagado más de 500.000euros para asegurar las pensiones y cotizaciones de cada uno de los empleados, con lo que se han podido jubilar "varias personas" que shan sido relevadas por "una nueva generación de jóvenes ingenieros cántabros".

Sobre los clientes de Fundinorte, Vela ha precisado que durante el año de andadura, se mantenido conversaciones con clientes italianos, alemanes, franceses y españoles. Actualmente, tras la modernización de sistema de moldes con nuevos hornos y tecnología punta, se tienen realizadas ofertas por diez millones de euros. Además, antes de finalizar el año y a octubre de 2017, la fundición de San Felices tiene pedidos por más de 80.000 piezas y 120.000 euros.

"Por todos estos compromisos es por lo que el Grupo Vela cree más que nunca en Fundinorte, hay pedidos y los clientes confían en la empresa", concluye.