El Banco de España ha publicado este jueves sus nuevas proyecciones macroeconómicas de 2017 a 2019. Mantiene sus estimaciones de crecimiento del PIB (3,1% este año, un 2,5% en 2018 y un 2,2% en 2019) pero advierte de que el principal riesgo interno de este escenario se deriva de las "tensiones políticas en Cataluña", que podrían "afectar a la confianza de los agentes y a sus decisiones de gasto y condiciones de financiación".

El director general de Economía y Estadística del Banco de España, Pablo Hernández de Cos, ha indicado, en la presentación del informe, que la previsión de crecimiento para este año no incorpora ningún efecto de las tensiones políticas en Cataluña y, a pesar de que por el momento no se percibe "ninguna reacción negativa" en los mercados financieros, sí añade un "elemento de incertidumbre" a futuro.

Preguntado acerca de si el Banco de España ha percibido algún movimiento en la evolución de los depósitos en los bancos catalanes, Hernández de Cos ha indicado que no se ha observado "ninguna anomalía".

Lo que sí mejorará claramente respecto a las proyecciones del Banco de España en junio es la tasa de paro, que acabará este año en el 16,3%, dos décimas menos que lo estimado hace tres meses, y se reducirá al 14,4% en 2018 (tres décimas menos) y al 12,9% en 2019 (también tres décimas menos).

Sobre la evolución de los precios, estima una tasa media del 1,9% este año (una décima menos que la previsión anterior) y mantiene en el 1,3% para 2018 y el 1,6% para 2019 las evolución media anual del IPC, que estará condicionado por la desaceleración del componente energético a medida que vaya desapareciendo de la comparación interanual el impacto del aumento del crudo en la segunda mitad de 2016.

Por último, mantiene las previsiones sobre la evolución del déficit público para este año, que sitúa en el 3,2% del PIB, una décima más que el dato comprometido con Bruselas, al tiempo que eleva una décima, al 2,6%, la estimación para 2018 y mantiene en el 2,1% la de 2019. Así, estima que el tono de la política fiscal sería aproximadamente neutral en este periodo, tras la orientación expansiva de 2015 y 2016.

El Banco de España ve "factible" que España pueda cumplir el objetivo de déficit del 3,1% este año, pero considera necesario que la ejecución presupuestaria sea "muy estricta", al tiempo que una prórroga de los Presupuestos Generales del Estado (PGE) para 2018 conllevaría un tono "más restrictivo" del gasto público, lo que facilitaría el cumplimiento del déficit público.

Hernández de Cos ha indicado, ante la posibilidad de una nueva prórroga de los Presupuestos Generales del Estado, que bajo ese supuesto no se producen cambios por el lado de los ingresos de las cuentas públicas, al tiempo que el gasto "se mantiene en la mayor parte de sus variables", por lo que "facilitaría el cumplimiento del objetivo de déficit probablemente".

En cualquier caso, ha recordado que el Gobierno tiene todavía la posibilidad de aprobar los PGE a finales de diciembre o ya en enero del año que viene, lo que supondría la prórroga de las cuentas públicas de este año y conllevaría que el gasto sería "más restrictivo en relación con un Presupuesto alternativo".