Es esencial informarse adecuadamente para escoger el contrato que mejor se adapta a nuestro consumo.
Es esencial informarse adecuadamente para escoger el contrato que mejor se adapta a nuestro consumo.
Gas Natural Fenosa

Cómo leer las facturas de gas y electricidad

Existen varios tipos de tarifas en el mercado para los consumidores de gas natural y electricidad. Para elegir correctamente la modalidad que más nos conviene hay que tener en cuenta los hábitos y las rutinas del consumo diario y, sobre todo, entender bien las características y los conceptos de las diferentes facturas. Hay dos mercados de energía: el mercado regulado, cuyas tarifas están regidas por el Gobierno, y el mercado libre, donde hay una gran diversidad de ofertas para los consumidores.

MERCADO REGULADO

Electricidad. El Ministerio de Energía, Turismo y Agenda Digital regula el modelo del Precio Voluntario al Pequeño Consumidor (PVPC), el bono social y el precio fijo de electricidad. El precio se calcula para cada día y hora en función del mercado diario de energía. Solo pueden contratar la tarifa regulada los usuarios con una potencia inferior a 10 kilovatios.

Gas natural. En el caso del gas natural, la Tarifa de Último Recurso (TUR) la fija la Administración y a ella se pueden acoger los clientes con un consumo inferior a 50.000 kWh/año.

En las facturas del mercado regulado se incluyen la potencia contratada o término fijo –cantidad que se debe pagar mensualmente aunque no se haya consumido–, la energía consumida, el impuesto de electricidad o de hidrocarburos, el alquiler del contador (salvo cuando es propiedad del cliente) y el IVA, que es del 21% en la Península, y el IGIC, que es del 7% en Canarias. En la factura se aporta información sobre la posibilidad de cambiar de tarifa, información sobre el bono social para consumidores vulnerables y un gráfico con el destino del importe de la factura (el coste de producción, los impuestos o costes regulados).

MERCADO LIBRE

Precios fijos y variables. La tarifa energética en el mercado libre depende de las ofertas de la comercializadora. Esto sucede porque el Gobierno solo regula los costes fijos del precio de la energía en el mercado libre y el consumidor puede contratar diferentes productos con distintos descuentos en función de la compañía. El Ministerio de Energía marca en este caso el peaje –tarifa de acceso que incluye gastos asociados al uso de la red–, el alquiler del contador y los impuestos, entre otros.

Cómo analizar la factura. Al principio de la factura encontramos los datos del cliente y a continuación el detalle de los importes a pagar, según los diferentes conceptos que incluye la factura. En el caso del gas natural, se especifica el importe del consumo, el impuesto especial sobre hidrocarburos que aplica el Gobierno, un coste fijo que se paga por disponer del servicio de forma continua y el gasto del alquiler del contador (si procede), que será proporcional a los días de consumo facturados, y el IVA. En las facturas de electricidad, se incluye el consumo, la potencia contratada –que se puede disminuir o aumentar una vez cada 12 meses–, el impuesto eléctrico, el alquiler del contador (si procede) y el IVA. Igual que en la factura del gas, el pago de estos conceptos, excepto el consumo, está fijado por el Gobierno, no por las empresas.

Detalles. La factura muestra gran cantidad de información. Por ejemplo, una sección con el desglose de los conceptos que incluye la factura, un gráfico con el histórico de los consumos y datos importantes como nuestro código CUPS (Código Universal del Punto de Suministro).

POTENCIA CONTRATADA

Corresponde al término de la factura de la electricidad asociado a la potencia que tenemos contratada en el hogar. Se debe pagar mensualmente aunque no se haya consumido, ya que es la garantía de poder conectar la potencia especificada en el contrato siempre que lo necesite.

Cómo analizar tu factura de gas y electricidad