Ayer se cumplió el primer año desde la entrada en vigor de la ley antibotellón en toda Andalucía, y el Consistorio prácticamente no ha impuesto multas a los jóvenes cordobeses. Y ello, a pesar de la mala acogida que tuvo la ley entre ellos, y a pesar también de que a mitad de año tuvieron que abandonar el botellódromo autorizado en el centro, Jardines de la Victoria. Con esta medida, los jóvenes cordobeses sólo cuentan para el botellón con zonas más lejanas como el aparcamiento de ETEA o el recinto ferial de El Arenal.

Así, el balance que hace el Ayuntamiento es positivo. En este año, en torno al botellón se han producido cerca de 20 atestados policiales. Según afirma el delegado de la presidencia del Ayuntamiento, José Antonio Cabanillas, la mayor parte por venta de alcohol fuera de horas y por su venta a menores de edad.

Cabanillas reconoce que  durante este tiempo los agentes de la Policía Local no se han dedicado a perseguir a los jóvenes, ya que, dice, «lo que más importa al Ayuntamiento es asegurar una convivencia pacífica y cívica entre ellos». Esta política de mano blanda no implica, añade el concejal, que se haya practicado ninguna dejación de funciones, ni quita para que los agentes del cuerpo de la Policía Local, «si se ven obligados», sancionen a un joven con una multa de hasta 300 euros por hacer botellón en lugares que no estén habilitados para ello.

Al final se descartó Chinales

Tras la supresión del botellódromo de los Jardines de La Victoria el pasado marzo, las negociaciones del Ayuntamiento por buscar un emplazamiento alternativo no han dado los frutos deseados. Cuando ya se había anunciado la ubicación de un nuevo punto para botellones en el polígono de Chinales, la presión de los empresarios obligó al Consistorio a descartar la iniciativa.

MÁS DATOS

Movibús.-  Para facilitar el transporte a los jóvenes, el Ayuntamiento creó en su día el Movibús, una línea de autobús creada para trasladar a los jóvenes hasta las zonas de movida.

Acondicionamiento.- Los lugares habilitados por el Consistorio para que los jóvenes celebren el botellón fueron acondicionados con urinarios públicos y papeleras para que depositen los residuos que generen.